La compañía automovilística Ebro ha dado por cumplidos sus compromisos de recolocar a extrabajadores de la antigua Nissan, que ocupaba la misma planta en la Zona Franca de Barcelona, con las últimas 48 contrataciones, que se incorporarán en las próximas semanas. Con estos empleados, Nissan ha contratado a un total de 842 personas de esa bolsa de trabajo.

Aunque el acuerdo establecía el compromiso de contratar hasta 1.250 trabajadores de la antigua Nissan, que son 400 más, Ebro indica que han sido los propios exempleados que han declinado incorporarse.

En un comunicado, Ebro apunta que estos 400 empleos no han sido cubiertos "por decisión propia de los trabajadores que habían formado parte de la plantilla de Nissan, ya sea porque han desestimado la oferta o porque ya se encuentran trabajando en otras organizaciones".

El cumplimiento del acuerdo, alcanzado en junio de 2022, se ha escenificado este viernes con la firma de un documento por parte del presidente de Ebro EV Motors, Rafael Ruiz, y diversos representantes sindicales de USOC, CC.OO., UGT y CGT (imagen superior).

"Desde Ebro hemos cumplido con nuestro acuerdo de devolver el empleo perdido. Fue nuestro gran objetivo desde el principio, y lo hemos hecho realidad", ha indicado Ruiz. Ebro se hizo cargo tanto de la planta de la Zona Franca como de la de Montcada i Reixac. Emplea en estos momentos a unos 1.000 empleados en total. La planta de la Zona Franca opera actualmente a tres turnos de trabajo y produce los Ebro S400, S700, S800 y S900. Además, ya disponen de 79 puntos de venta en España.

Ebro ha lanzado este noviembre su cuarto modelo montado en Barcelona con piezas importadas de China, el s900, un híbrido enchufable que tendrá un coste de 38.990 euros. El nuevo coche mide 4,81 metros de largo, 1,92 de ancho y 1,74 de alto y tiene espacio para hasta 7 pasajeros. El lanzamiento se suma a los tres SUV previamente lanzados de esta empresa catalana que ha renacido de la mano de la china Chery. Prevén alcanzar las 13.500 unidades vendidas al concluir 2025. La compañía facturó 105 millones en el primer semestre, que cerró con pérdidas de 18 millones por los costes de expansión, de manera que no consiguió los beneficios que esperaba tener ya en este período.

Por otra parte, la planta de la Zona Franca ya está incorporando robots de última generación para preparar la línea M1, que permitirá optimizar los procesos de soldadura, montaje y pintura, ya que hasta ahora estas instalaciones recibían vehículos semiensamblados desde China y se encarga de su montaje final. "Se cuenta con cerca de 200 robots que asistirán en estas tareas cuando la línea entre en funcionamiento próximamente, permitiendo triplicar la capacidad de producción en Zona Franca y ampliar considerablemente la localización de la producción de los vehículos en Barcelona", según ha informado la compañía.