Con la cruzada activada por Netflix para convertirse ella misma en su peor enemigo (veremos pronto las cifras de bajas) sin visos de suspenderse y como la inventiva del usuario medio no tiene límites, la plataforma se enfrenta estos días a un enemigo inesperado: Twitter. Aprovechando el oasis de libertad (libertinaje, más bien, porque todo deriva de que ya no hay moderación de contenidos prácticamente) en que se ha convertido la red social propiedad de Elon Musk, quienes han contratado el servicio Twitter Blue están convirtiendo la plataforma de microblogging en un repositorio gratuito de películas.

Twitter Blue
 

¿Cómo puede ser?

Suscribirse a Twitter Blue, además de permitir editar tuits y escribir apuntes de hasta 4.000 caracteres, comporta disfrutar de la posibilidad de subir vídeos en calidad FullHD de hasta 60 minutos de duración y 2 GB de datos. Eso significa que, por ejemplo, en cuatro tuits, se pueda colgar Espartaco de Stanley Kubrick y en dos Los Bingueros, de Mariano Ozores, que dura 80 minutos. Y como en Internet hay una máxima que indica que, cualquier cosa que pueda hacerse será hecha por alguien, hay tenemos a la red de Musk convertida en videoclub improvisado. ¿Le importa a él? Pues parece que no. Este tipo de contenidos, como todo en Twitter, son mutables y difíciles de catalogar. 

¿Multas?

Lo cierto es que compartir contenido regulado por derechos de autor es punible y, según cómo, tanto la propia red como los usuarios de los hilos en los que se comparten películas podrían ser denunciados. Por el momento, parece que sucede como con el abandonware, así que, allá cada uno. De todos modos, no está de más recordar que la piratería es delito.