Un cuerpo de seguridad no puede tener cualquier tipo coche, como bien se demostró hace unos meses la Policía Foral de Navarra al quedarse uno de sus Nissan Leaf sin batería y no poder atender una emergencia. Por eso y teniendo, quizá, en cuenta aquel ejemplo, la Guardia Civil, decidida a que su parque móvil sea más sostenible, ha escogido híbridos enchufables y no eléctricos. De momento, el modelo escogido es el Mitsubishi Eclipse Cross, aunque podrían incorporar otros modelos.

Mitsubishi Eclipse Cross

165 unidades

La remesa de Mitsubishi Eclipse Cross que ha incorporado la Benemérita para sus unidades de seguridad ciudadana está formada por 165 unidades con 188 CV de potencia y 162 kilómetros por hora de velocidad máxima. Se trata, en todos los casos, de vehículos con tracción a las cuatro ruedas y tres motores: uno térmico de 98 CV y dos eléctricos (uno por eje) que totalizan los 188 CV que ofrece un vehículo que, de primeras, parece idóneo para entornos rurales y que, quizá, necesitaría algo más de velocidad punta para persecuciones por carretera.

Todo lo sostenible que puede ser

Estamos, sin duda, ante un vehículo sostenible que puede circular hasta 45 kilómetros en modo eléctrico gracias a su batería de 13,8 kWh y que garantiza (al ser híbrido enchufable) que, en ningún caso, va a haber parejas de la Guardia Civil que tengan que seguir viajando en coches inaceptables, oxidados y sin cinturón de seguridad o que se queden tiradas en el arcén por falta de carga eléctrica. Mientras la red de puntos de carga disponible en nuestro país no se amplíe y el tiempo medio de carga de las baterías no se reduzca, optar por vehículos 100% eléctricos para un cuerpo de seguridad es, como se vio en Navarra, una mala idea.