La carrera por conquistar los cielos urbanos acaba de recibir un potente impulso desde los laboratorios chinos. Varios de los principales fabricantes de baterías del país han logrado grandes avances en el desarrollo de baterías de estado sólido, una tecnología que promete elevar no solo la autonomía y seguridad de los coches eléctricos, sino también su viabilidad en los EVTOL, también conocidos como aeronaves de despegue y aterrizaje vertical.
China acelera la revolución de los eVTOL
A principios de mayo, según la información publicada en el medio China Daily, la empresa Gotion High-Tech realizó las primeras pruebas en carretera de sus baterías totalmente de estado sólido, tras completar la primera línea de producción 100 % local con una capacidad de 0,2 gigavatios-hora. Entre sus novedades destaca la batería G-Yuan, con una densidad energética de 300 Wh/kg y pensada para su implantación en eVTOL, coches eléctricos y robots humanoides.
Por su parte, la empresa Ganfeng Lithium ya tiene una cadena completa de producción de baterías de estado sólido. Actualmente, alcanza los 420 Wh/kg en productos comerciales y ha desarrollado prototipos que superan los 500 Wh/kg. Eso sí, el gigante CATL tampoco se queda atrás: anunció a mediados de mes que ya cuenta con baterías de estado sólido capaces de llegar a los 500 Wh/kg y colabora en un ambicioso proyecto de aeronaves eléctricas de pasajeros, cumpliendo estrictos estándares de calidad y seguridad aérea.
Aunque la producción en masa aún está lejos, los expertos apuntan a 2027 como fecha probable para las primeras integraciones en vehículos, con una escalada industrial prevista para 2030. Y no solo hablamos de coches. El verdadero campo de juego parece estar en el aire. La empresa especializada en vehículos aéreos, EHang, realizó en noviembre un vuelo de prueba con un eVTOL equipado con batería de estado sólido, alcanzando los 48 minutos y 10 segundos de vuelo continuo.
Se sabe que este tipo de aeronaves consume cerca de 65 kWh por cada 100 kilómetros y que necesitan entre 10 y 15 veces más potencia instantánea durante el despegue y aterrizaje que un coche eléctrico. Y este es uno de los puntos fundamentales para que las baterías sean de mayor capacidad. Se necesita más densidad energética, más ciclos de carga, menor peso y costes más bajos.
Actualmente, los fabricantes de eVTOL demandan baterías de al menos 300 Wh/kg y una vida útil de 500 ciclos. Pero también necesitan reducir su precio, ya que una batería para un vehículo aéreo puede costar hasta cinco veces más que una de coche eléctrico. Con el fin de rebajar los costes, los fabricantes se plantean, por un lado, escalar la producción y, por otro, aplicar tecnologías como los electrodos en seco o materiales ricos en níquel.
La Administración de Aviación Civil de China asegura que la economía del espacio aéreo de las ciudades podría alcanzar los 190.000 millones de euros en 2025 y llegar a duplicarse antes de 2035. Y es que el futuro de películas como Regreso al Futuro parece que está cada vez más cerca, con las baterías de estado sólido como la pista de despegue definitiva.