Esta semana hace tres años exactos que Sígfrid Gras (Barcelona, 1966) asumió la dirección de TV3 después de superar -por primera vez en la historia de la cadena- un concurso público. A mitad de este mandato, Gras concede una entrevista en exclusiva en El Nacional.cat. Esta conversación la hemos partido en dos bloques: en esta parte aborda cuestiones relacionadas con los aspectos más institucionales y políticos de la cadena pública. En la otra parte de la entrevista, que podéis recuperar aquí, adelanta las novedades más inmediatas de la cadena de cara a la temporada que empieza en septiembre. Toda la conversación entera también la podéis ver en Youtube, a través de este enlace.
Su mandato es para seis años. En realidad son cuatro años prorrogables a dos más. Este primer periodo acaba dentro de un año. ¿Seguirá?
No lo sé todavía. Todo va muy deprisa y ahora mismo no sabría decirlo. Y aparte de querer o no querer seguir yo, también hace falta que el consejo de gobierno de la CCMA quiera que yo continúe.
¿Es cierto que hay más castellano en TV3 ahora que hace un tiempo?
No hay más castellano. Eso es un mito. No hay más castellano ahora que durante los años del procés. Lo qué pasa es que durante los años del procés, en el FAQ'S, por ejemplo, a todos nos hacía mucha gracia oír periodistas de Madrid hablando en castellano solidarizándose con el procés. Y ahora da rabia que en Col·lapse salga alguien hablando en castellano.
¿Y a qué cree que se debe?
Esta sensación depende de la coyuntura política del momento. No hay más castellano en TV3, y aquí sí que tenemos que ser bastante radicales: nuestra obligación es defender el catalán y más en un momento como este, en el que el catalán está sufriendo mucho. La defensa del catalán es el objetivo número uno de TV3 y en este sentido siempre intentamos priorizar el catalán por encima de otros aspectos. Si queremos hablar con un experto en salud intentamos que sea un catalán. Si el experto número uno del mundo está en Madrid y habla castellano, pues está en Madrid y habla castellano. Pero en igualdad de condiciones, siempre priorizamos el catalán.
El marco mental de TV3 es el de los 8 millones de catalanes
Y sobre el llamado marco mental, hay co-presentadores que dicen que ahora es menos catalán y más español.
El marco mental de TV3 es el marco mental de 8 millones de catalanes. Este es el marco mental. En función del momento político que haya, nos acusan de tener un marco mental u otro. A mí lo qué me gustaría es que la gente que trabaja con nosotros tenga claro que nos dirigimos a 8 millones de catalanes, tengan la ideología que tengan. No nos gusta la gente excluyente, nos gusta aquella gente que, haga el trabajo que haga, se pueda dirigir a toda la población y por eso queremos ampliar la base. En el ámbito del humor, por ejemplo, Buenafuente o Broncano nos están demostrando que se puede hacer un humor muy inteligente sin ir contra nadie.
Tomàs Molina ha sido miembro de una lista electoral, está a la espera de asumir el acta de eurodiputado y, recientemente, ha fichado por el consejo asesor de este mismo partido. Ni nombro el partido porque lo qué me interesa es el qué y no el quién: ¿es compatible todo eso con tener un cargo en la tele pública y salir en pantalla?
Solo un matiz. Eso del consejo asesor salió publicado pero finalmente no formará parte. Dicho esto, la compatibilidad es una cuestión complicada. Cuando un trabajador pide una excedencia para presentarse a unas elecciones también tiene derecho a reincorporarse a su puesto de trabajo. Por lo tanto, las dos cosas conviven. Él tiene sus derechos pero no sale en pantalla dentro de los informativos. Sé que nadie acabará contento del todo con la decisión que se tome. Lo qué haremos es respetar sus derechos y al mismo tiempo ser los más cuidadosos posibles: no será el presentador de la méteo en el TN vespre.
Exigimos a presentadores y colaboradores que en TV3 no haya expresiones como 'Puta España'
De hecho, el otro día, en el Parlament, le preguntaron a la presidenta de la CCMA sobre el deje ideológico que tienen colaboradores de TV3 y dijo que es una mezcla difícil de combinar porque se tiene que conjugar la libertad de expresión de la persona con la autonomía y el rigor que requiere un ente público. ¿Qué opina?
La presidenta tenía razón. Eso es un tema muy complicado. Lo qué si aseguramos es que habrá una renovación del libro de estilo. Hace mucho tiempo que lo estamos anunciando y algún día verá la luz. Nosotros exigimos a nuestros presentadores y colaboradores que en TV3 no haya expresiones como, por ejemplo, el famoso "Puta España".
¿Y si lo quieren decir fuera?
A nosotros nos gustaría que toda la gente que trabaja en TV3 practicara la concordia y que nadie insulte a nadie, ni el "puta España" ni el "puta" nadie. Ahora bien, también está la libertad de expresión que todo el mundo tiene en sus ámbitos. Eso sí, todo el mundo tiene que ser consciente de que, en muchos casos, si tienen esta popularidad, es a través de TV3.
En función de la época, a veces eres independentista y a veces eres ñordo
Llevamos un rato hablando de TV3 y de diferentes polémicas que lo rodean: ¿tiene la sensación que eso siempre ha sido así o que se ha agudizado en los últimos tiempos?
Siempre ha sido así. Yo era el jefe de contenidos en época del procés. Dependiendo de la época o eres un independentista sublevacionista, o eres un ñordo. Y eso es por intereses políticos.
De hecho, usted era jefe de contenidos cuando el president de la Generalitat era de Junts, fue escogido director por concurso público cuando el presidente era de ERC y ahora es director con un presidente del PSC.
Yo al principio no estaba muy a favor del sistema de concurso público pero ahora puedo decir que me ha ayudado mucho a blindarme, tanto a mí como al director de Catalunya Ràdio. Todo el mundo, empezando por el mismo consejo de Gobierno de la CCMA, me dice que tengo que mostrar "la Catalunya real". Y la Catalunya real que quiere ver Junts, la que quiere ver Esquerra y la que quiere ver al PSC, no tienen nada que ver.
Y ante eso...
Lo que yo le digo, por ejemplo al jefe de informativos, es que enseñe lo qué considere conveniente. El procés ha quedado atrás y eso nos ha obligado también a hacer un cambio de esa Catalunya real. Quizás por eso ahora la mayoría de ataques que recibimos son para decirnos que somos demasiado españoles. Hace tres años los recibíamos por ser demasiado independentistas. Al final, las cosas son más fáciles: nuestro trabajo es explicar lo qué pasa y no entrar en líos, guste más o guste menos nuestro trabajo. De hecho hay una cosa que yo quiero destacar: los informativos eran líderes durante el procés y son líderes ahora. Había mucha gente que decía que cuando el procés se acabara, TV3 se acabaría. Pues no, TV3 no se acaba. El procés ha acabado -de momento, no sé qué pasará en el futuro- y TV3 continúa igual o más fuerte que durante aquella época. Quiero decir que alguna cosa debemos hacer bien cuando el público nos sigue mirando.
¿Tiene la sensación que con TV3 todo el mundo se atreve?
¡Sí, sí, sí! Yo creo que el publicista que dijo aquello de "TV3, la teva," hizo una gran frase, pero también nos hizo un flaco favor. Todo el mundo se ve capaz con TV3. Y está muy bien, porque es mucho mejor eso que ser irrelevante. A veces es un poco cansado porque todo el mundo se pone en todo, y cada programa es un drama, y tienes 10.000 whatsapps de la nada. Pero vaya, eso también tiene la parte buena: demuestra que se la sienten suya, que les importa lo qué hagamos, y eso también es bonito.
Déjeme acabar por otros canales del mismo TV3. ¿Cómo será la renovación del Canal 33?
Queremos que sea un canal muy cultural y divulgativo, por ejemplo pondremos Animales arquitectos y otros programas que ahora estamos haciendo, sobre todo a la OTT. Y estará el programa del Peyu, La Renaixença, del lunes al viernes.
¿Qué pasó con el Canal 33?
Actualmente no es que estemos muy bien de dinero en general, pero hubo una época en que estábamos muy mal. Y entonces nos centramos en TV3. No poníamos dinero al 33 porque pensábamos que si TV3 perdía el liderazgo estábamos muertos todos. ¿Ahora qué hacemos? Cuando tenemos un poco más, aprovechamos también la fuerza del OTT y sus programas para intentar hacer un canal de referencia y que sea una alternativa.
¿Una alternativa a qué?
Queremos que sea una alternativa por si la gente no tiene ganas de ver el programa de las 10 de la noche en TV3 y que, en lugar de irse a La 2, se puedan ir o bien al Més 3/24 si quieren noticias, o bien al 33 si prefieren programas divulgativos, culturales o de entretenimiento como el del Peyu.
En el futuro nos gustaría tener un SX3 24 horas al día
El canal 33 tiene el canal partido con SX3. ¿Este resurgir del 33 afectará a las franjas horarias de cada canal?
Las franjas horarias serán las mismas, media hora arriba, media hora abajo. De todos modos, el SX3 es un canal en qué primero pensamos en digital y después hacemos la parrilla. Si alguien tiene pocos hábitos de mirar la televisión son los niños. Y en el futuro ya veremos, porque nuestra idea sería trabajar por un segundo canal y un SX3 de 24 horas, pero eso ya forma parte de la reordenación global de los canales que todavía tenemos que pensar cómo hacemos.
¿Y Esport3 también formaría parte de esta reordenación?
Esport3 continúa. Otra cosa es que también queremos hacer, como con informativos y con infantiles, un replanteamiento de deportes para así multiplicar la oferta. Por ejemplo, este año, por primera vez en mucho tiempo, hemos podido emitir al Barça en competición oficial y para nosotros eso es buenísimo. Por lo tanto, queremos reforzar los deportes, pero lo que no sabemos es como quedarán ordenados los canales. Y por eso puedo decir que Esport3 continúa este año y seguramente dos también. Ahora bien, de aquí cinco años, dependiendo cómo reordenemos todos los canales, ya no te lo sabría decir.
Y acabo con otra de las cuestiones fundacionales de TV3, hacer de motor de la industria cultural y audiovisual. ¿En un sector cada vez más fragmentado, TV3 se siente fuerte ejerciendo este papel?
Nosotros nos sentimos fuertes y tenemos la obligación de ser motor de la industria audiovisual catalana. Pero eso también ha cambiado: por ejemplo, en el caso de la ficción: antes hacíamos un proyecto, lo pagábamos y lo emitíamos. Ahora han subido mucho los precios y cada vez más, estamos obligados a buscar colaboradores, partners y plataformas, porque tenemos el presupuesto que tenemos. Si nosotros hacemos una serie en catalán y Netflix quiere jugar, juega. Pero si nosotros no estuviéramos, nadie haría una serie en catalán. O harían lo qué les obliga la ley, y bastante que intentan hacer trampas para esquivarla. Por lo tanto, también somos la garantía de que se siga haciendo ficción en catalán.