Dicen que la forma en que alguien se viste puede decir más que mil palabras. En el Vaticano, donde cada gesto está cargado de historia y simbolismo, eso es especialmente cierto. Cuando el Papa aparece por primera vez en el balcón de la Basílica de San Pedro, no solo saluda al mundo: se presenta. Y en esta primera imagen, en esta sotana, en esta estola, en estos detalles, ya hay señales de cómo será su pontificado. Solo hay que comparar dos escenas separadas por el tiempo: un papa con ornamentos dorados, rodeado de solemnidad imperial, el papa León XIV, y otro, vestido con la sencillez de lo esencial, el difunto papa Francisco. ¿Qué nos quiso decir cada uno desde el balcón?
León XIV se presentó este jueves al mundo con todos los elementos de la vestimenta papal que tenía a su disposición en la Sala de las Lágrimas. Después de su elección como nuevo pontífice, el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost aceptó el encargo, comunicó el nombre con el que quiere ser llamado y, según la tradición, pasó a esta sala próxima a la Capilla Sixtina, llamada así porque los recién elegidos papas pueden aliviar la tensión con el rezo y el llanto.
En esta habitación había tres hábitos largos o sotanas de color blanco de distinto tamaño en función de la altura del nuevo papa, así como cuatro vestimentas cortas tipo sobrepelliz, una muceta o esclavina de color morado y una estola púrpura con decoración dorada. El nuevo papa llevaba puesta la capa roja (museta papal), la estola bordada de oro, el sobrepelliz y una nueva cruz de oro, todas las piezas litúrgicas que rechazó el papa Francisco.
La elección de León
León XIV compareció en el balcón de San Pedro con el hábito largo, el sobrepelliz, la muceta y la estola dorada, así como el cordón y la cruz, en una escena que recordaba a la comparecencia de Benedicto XVI en 2005. La escena, sin embargo, no tenía nada que ver con la primera aparición en 2013 de Francisco, que optó por salir solo de blanco y con la cruz, sin esclavina ni estola.
Según explica la experta en comunicación no verbal Patrycia Centeno en un hilo de mensajes en su cuenta de X, antiguo Twitter, el nuevo papa ha escogido la vestimenta que el papa Francisco rechazó, gesto que la experta atribuye al hecho de que “estéticamente rompe con la sencillez propuesta por Francisco”. Centeno se ha fijado, sin embargo, en el hecho de que hasta ahora, el cardenal Prevost siempre lucía la cruz plateada, hecho que demuestra que no es tan abierto como Francisco, pero tampoco tan cerrado como el ultraconservador que prefería Donald Trump, el único que lucía un anillo con un zafiro incrustado. Hay que destacar, que el nuevo papa no ha escogido los zapatos papales rojos y que, unas horas después de ser proclamado, ha vuelto a vestir de blanco y ha recuperado su tradicional cruz de plata.