Hacia las ocho de la noche de ayer, 9 de agosto, empezó a quemar un incendio en el polígono industrial Malloles, en la ciudad de Vic, Osona que todavía sigue quemando. El fuego surgió de tres naves de una misma empresa y las consumió totalmente, poniendo en peligro la estructura y dos depósitos de amoníaco que preocupan todavía a los Bombers. Después de trabajar durante horas con la ayuda de 90 efectivos y 45 dotaciones, se han conseguido estabilizar las llamas, aunque el incendio no está controlado, es decir, que todavía se propaga, pero a una capacidad inferior a la de la extinción. Por ahora, la prioridad de las unidades desplegadas es proteger los depósitos de amoníaco y reducir el área del fuego hasta que acabe completamente apagado.
Los Bombers recibieron el aviso que tres naves del polígono de Malloles, más concretamente en la calle del Molí del Llobet, estaban quemando con fuerza, y se enviaron trece dotaciones al lugar para hacerse cargo de las llamas. Al llegar, pudieron ver que el incendio estaba ya totalmente desarrollado, y una de las naves estaba parcialmente colapsada. Empezaron a atacar el fuego desde el exterior y centraron sus esfuerzos en dos tareas principales, intentaron evitar que se propagara a otras construcciones y, sobre todo, protegieron dos depósitos con amoníaco, con una capacidad de 5.000 litros y 1.000 litros que estaban en la planta baja y en el primer piso del edificio respectivamente.
A medida que iba creciendo el incendio y los Bombers veían las dificultades que presentaba, fueron asistiendo más unidades, hasta llegar a las 45 dotaciones, con más de 90 efectivos para hacerse cargo del fuego, entre las cuales constaban 21 vehículos de agua, 3 autoescaleras, vehículos ligeros y de coordinación, unidades del GREC (Grup d’Estructures Col·lapsades), del GRIT (Grup d’Incidents Tecnològics) i del GROS (Grup Operatiu de Suport), y el equipo de Drons de la Unitat de Mitjans Aeris i Tècnics Operadors de Control.
Incendio estabilizado
Poco después de las tres y media de la madrugada, el esfuerzo de los Bomberos ha dado sus frutos y se ha podido estabilizar el incendio. Con el fin de conseguirlo, los efectivos han priorizado la defensa de las naves de los alrededores y han cortado el suministro de amoníaco que alimenta las naves de la zona para evitar filtraciones, problema que todavía les preocupa a estas alturas. Aunque ahora a situación sea más optimista, durante la noche las llamas han hecho vía y han llegado a afectar a otra nave en la calle Sant Llorenç Desmunts. Las llamas han destruido totalmente la segunda planta de esta instalación y, en consecuencia, ha colapsado la cubierta, mientras que la primera planta y la planta baja no han quedado afectadas por el fuego. En cuanto a las tres naves donde se originó el incendio, quedaron totalmente destrozadas y la cubierta del conjunto, parcialmente caída.
Las tareas de extinción continúan activas ahora con un dispositivo de once dotaciones, que priorizan principalmente la vigilancia de los dos depósitos de amoníaco que han estado defendiendo toda la noche. Por otra parte, la Unitat de Drons del cuerpo está haciendo sobrevolar máquinas no tripuladas por toda el área afectada por el fuego con el fin de localizar posibles puntos calientes y evitar que las llamas reaviven.