Una nueva investigación encuentra que seguir una dieta rica en alimentos de origen vegetal y baja en productos animales durante la mediana edad se asocia con un riesgo significativamente menor de deterioro cognitivo más adelante en la vida.

El número de personas con enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia está en aumento, hasta el punto de que se prevé que pueda llegar a triplicarse en las próximas décadas. A medida que la población continúa envejeciendo, es cada vez más importante poder identificar factores de riesgo modificables para afecciones como el Alzheimer, así como cualquier cambio en el estilo de vida que pueda evitar que se desarrollen enfermedades neurodegenerativas como esta.

Hay nuevas investigaciones que apuntan a la nutrición como uno de esos factores. Comer una dieta rica en frutas, verduras y granos integrales y baja en productos de origen animal como carne y lácteos reduce el riesgo de deterioro cognitivo en la edad adulta, sugiere un nuevo estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition.

Comida vegetariana

La investigación

 

Los científicos responsables del trabajo examinaron los datos disponibles de un estudio de salud de Singapur. Un trabajo que abarcaba a una población de 63.257 personas de origen chino que viven en Singapur.

Como parte de este estudio inicial, los adultos de 45 a 74 años proporcionaron información durante las entrevistas cara a cara sobre su dieta habitual, tabaquismo, consumo de alcohol, actividad física, duración del sueño, altura, peso e historial médico.

Esta parte correspondió al inicio del estudio, que tuvo lugar entre abril de 1993 y diciembre de 1998. Los investigadores entrevistaron nuevamente a los participantes durante tres visitas de seguimiento, hasta finalizar en 2016.

De entre toda la población anteriormente citada, los científicos utilizaron los datos de 16.948 personas, que contaban con 53 años de edad de promedio al inicio del estudio. Los participantes completaron las evaluaciones de la función cognitiva durante su tercera visita de seguimiento, entre 2014 y 2016.

Para evaluar los hábitos alimenticios de los participantes, los investigadores utilizaron cinco patrones dietéticos. La dieta mediterránea alternativa –que es una versión modificada de la dieta mediterránea clásica–, los enfoques dietéticos para detener la hipertensión, el índice alternativo de alimentación saludable, el índice de dieta basada en vegetales y el índice de dieta saludable basada en plantas.

Todas estas dietas son similares en su énfasis en los alimentos de origen vegetal. Los últimos dos índices asignan puntuaciones positivas al consumo de alimentos a base de vegetales y negativas al consumo de alimentos vegetales o animales menos saludables.

Los resultados

 

Entre 2014 y 2016, 2.443 de los participantes (un 14.4% de ellos) tenían deterioro cognitivo. Los investigadores encontraron que las personas que se habían seguido firmemente los cinco patrones dietéticos descritos anteriormente durante la mediana edad, tenían menos probabilidades de desarrollar un deterioro cognitivo más adelante.

Específicamente, aquellos cuyas dietas los investigadores consideraron más similares a esos cinco patrones dietéticos tenían entre un 18 y un 33% menos probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo que aquellos con las dietas menos similares.

Desayuno vegetariano

En opinión de los investigadores, su estudio sugiere que mantener un patrón dietético saludable es importante para prevenir la aparición y el retraso del deterioro cognitivo. Según indican, no se trata de la restricción de un solo alimento sino de la composición de un patrón general que recomienda reducir el consumo de la carne roja –especialmente si está procesada–, e incluir alimentos de origen vegetal, tales como verduras, frutas, frutos secos, judías, granos integrales y pescado.