El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vuelve a protagonizar otra polémica, ahora en la final del Mundial de Clubs, que este domingo enfrentaba al Chelsea y al PSG. Trump era uno de los invitados de honor al acontecimiento, pero también lo fue de la entrega y la celebración del título por parte del club inglés después de ganar por 3-0 al conjunto de Luis Enrique. El presidente estadounidense bajó al campo acompañado del resto de autoridades, encabezadas por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y se encargó de repartir algunas de las medallas y parte de las distinciones individuales.

Sin embargo, en el momento de entregar el trofeo de campeones al capitán del Chelsea, Reece James, Infantino se apartó para dejar que el equipo celebrara el título, e indicó a Trump, que también tenía que retirarse para que dejara a los jugadores tener todo el protagonismo de la foto final. Pero Trump, o bien porque no entendió las indicaciones, o porque no quería perder la oportunidad de volver a ser protagonista, se quedó en medio del escenario y celebró con el equipo el título. Finalmente, y de forma, muy sutil, Infantino lo va apartando del primer plano de la celebración.

El capitán del Chelsea, Reece James, explicó la situación ante los medios: "Pensé que saldría del escenario, pero quiso quedarse".

Abronca y aplausos para Trump

Donald Trump experimentó varias sensaciones durante la final del Mundial de Clubs. En el momento de entregar los premios, mientras andaba hacia el podio ante los 81.000 aficionados que llenaban el estadio MetLife en East Rutherford, a las afueras de Nueva York, fue abucheado por parte de algunos aficionados. Cuando llegó, acompañado de su mujer, Melania, fue aplaudido, a pesar de que, otros le silvaban, mientras la organización del estadio decidió subir el volumen de la música para paliar los gritos.

En declaraciones a DAZN, antes del inicio del partido, el republicano afirmó: "Lo estoy pasando muy bien, el fútbol es un deporte tremendo". Cuando apareció a la pantalla gigante del estadio mientras sonaba el himno nacional de Estados Unidos, Trump volvió a recibir gritos del público y la cámara cambió rápidamente de plan. Ignorando a las críticas, el mandatario afirmó que aprovecharía la final del Mundial de Clubs y la Copa del Mundo de selecciones de 2026, organizada por Estados Unidos, Canadá y México, como símbolos de "la Era de Oro" en el país durante su segundo mandato. "Hace muchos años, cuando yo era joven, trajeron a un futbolista nombrado Pelé para que jugara en un equipo llamado Cosmos", recordó Trump.