Las personas que siguen una dieta baja en grasas y vegetariana consumen menos calorías diarias, pero tienen niveles más altos de insulina y glucosa en sangre, en comparación con los que siguen una dieta baja en carbohidratos y que toman carne. Así ha quedado demostrado en un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK) en Estados Unidos publicado en la revista Nature.

El estudio comparó los efectos de las dos dietas sobre la ingesta de calorías, los niveles hormonales, el peso corporal y otros biomarcadores. El objetivo era comprender cómo la restricción de carbohidratos o grasas en la dieta puede afectar la salud. Los expertos de la investigación afirman que siempre se ha pensado que los alimentos con alto contenido de grasa provocan una ingesta excesiva de calorías por su alto índice calórico. Pero lo cierto es que los alimentos con alto contenido de carbohidratos pueden aumentar los niveles de la glucosa en sangre y la insulina que, a su vez desencadenen una reacción que incrementa el apetito y conduce a una ingesta excesiva de alimentos.  

PastaLa ingesta de carbohidratos incrementa los niveles de azúcar en la sangre

La investigación fue diseñada para determinar si las dietas altas en carbohidratos o altas en grasas conllevan una mayor ingesta de calorías. Los investigadores analizaron 20 adultos sin diabetes durante cuatro semanas seguidas, once hombres y nueve mujeres, que realizaron ambas dietas durante dos semanas cada una de forma continua.

La dieta baja en grasas fue rica en carbohidratos y la dieta baja en carbohidratos fue rica en grasas. Ambos incluían alimentos procesados mínimamente y tenían cantidades equivalentes de verduras sin almidón. Los participantes recibieron tres comidas al día, más bocadillos, y pudieron comer tanto como quisieran. La dieta baja en grasas a base de plantas contenía 10,3% de grasas y 75,2% de carbohidratos, mientras que la dieta de origen animal, baja en carbohidratos, contenía 10% de carbohidratos y 75,8% de grasas. Ambas dietas contenían aproximadamente un 14% de proteína.

Los participantes perdieron peso con ambas dietas, pero solo la dieta baja en grasas condujo a una pérdida significativa de grasa corporal. A pesar de comer alimentos con abundancia de carbohidratos de alto índice glucémico que redundaron en cambios pronunciados en la glucosa en sangre y la insulina, las personas que consumieron una dieta baja en grasas a base de verduras mostraron una reducción significativa en la ingesta de calorías y pérdida de grasa corporal. Algo que desafía la idea de que las dietas altas en carbohidratos por sí mismas llevan a las personas a comer en exceso. Por otro lado, la dieta baja en carbohidratos con carne no derivó en un aumento de peso a pesar de ser alta en grasas.

EmmentalLa alimentación rica en grasas incrementa el consumo de calorías

Los expertos deben seguir investigando, pero sugieren que los factores que provocan la sobrealimentación y el aumento de peso son más complejos que la cantidad de carbohidratos o grasas en la dieta. Por ejemplo, el laboratorio de Hall mostró el año pasado que una dieta rica en alimentos ultraprocesados ​​conducía a comer en exceso y aumentar de peso en comparación con una dieta mínimamente procesada combinada con carbohidratos y grasas.

“Curiosamente, nuestros hallazgos sugieren beneficios para ambas dietas, al menos a corto plazo. Mientras que la dieta baja en grasas y basada en verduras ayuda a frenar el apetito, la dieta de origen animal y baja en carbohidratos dio como resultado una insulina más baja y más estable y niveles de glucosa, aseguran los expertos. Ahora necesitan saber qué es lo que ocurre a largo plazo.