El estado de alarma por el coronavirus ha dejado la imagen de patrullas de militares por las calles, que en más de una ocasión han tenido que intervenir para reducir a personas que se mostraban violentas o que se estaban saltando el confinamiento.

La actuación de soldados como policía militar en distintos puntos de España ha provocado algunas críticas por parte de quienes consideran una excesiva “militarización” que las Fuerzas Armadas asuman funciones propias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Confidencial Digital ha podido saber que el comandante del Mando de Operaciones (CMOPS) envió hace unos días un mensaje a todas las unidades en el que hace un apunte sobre lo que pueden y no pueden hacer los militares durante las “patrullas de presencia y reconocimiento”.

En esa comunicación, el comandante del Mando de Operaciones empieza explicando que “se tiene conocimiento de que durante la ejecución de dos actividades de presencia por parte de unidades de las FAS [Fuerzas Armadas], el personal militar ha realizado actuaciones requiriendo la identificación de personal civil”.

Es por ello por lo que se envía esta comunicación, para recordar a los militares “que durante la ejecución de estas actividades de presencia de las unidades militares en el marco de la Operación Balmis, el personal de la FAS no tienen atribuciones para realizar actuaciones propias de las FCSE [fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado]". Esto implica la solicitud de documentación, registros, controles de tráfico o población... 

Las competencias de los militares que están patrullando por numerosos puntos de España durante este estado de alarma han sido objeto de dudas y debates en foros militares, ya que algunos miembros de las fuerzas armadas no tenían claro si en funciones de policía militar podrían realizar detenciones, si tendrían que avisar a la Policía Nacional, la Guardia Civil o policías locales o autonómicas, si gozarían o no de la condición de agente de la autoridad...

Con la instrucción mencionada, el mando de operaciones —que es quien coordina la ‘Operación Balmis’ bajo la dirección del JEMAD— trata de despejar dudas y que no se realicen esas actuaciones de requerir la identificación a civiles en las calles, ni otras como podrían ser registros y controles de tráfico y de población.