El dolor de cabeza es el primer motivo de consulta en el campo de la neurología y uno de los principales en atención primaria. Supone la pérdida de 20 millones de jornadas laborales debido a los trastornos que genera a los enfermos. La prevención y la aparición de nuevos fármacos analgésicos son el mejor arma para luchar contra ella, pero lo primero de todo es aconsejable saber qué tipo de cefalea se padece.

Por un lado, las cefaleas primarias son aquellas en las que no se puede identificar un trastorno en concreto que las justifique. Son las más frecuentes y dentro de ellas se pueden distinguir la cefalea tensional, la migraña y la cefalea en racimo. Las cefaleas secundarias se deben a alguna patología en concreto. Normalmente la causa es un trastorno vascular o craneal (hemorragias, infartos, tumores, traumatismos, hipertensión craneal…), un trastorno metabólico (alergias e intolerancias alimentarias), problemas en el cuello, los oídos, la nariz, la boca, los dientes, los senos nasales o atribuidos al abuso de sustancias determinadas como el alcohol o los medicamentos.

Mujer migraña

Buenos y malos hábitos

Para controlar los dolores de cabeza, la alimentacion juega un papel muy importante. Aunque en cada persona los efectos pueden ser distintos, lo cierto es que existen determinados alimentos que son susceptibles de provocar dolores de cabeza, que hacen que sea conveniente que los elimines de tu dieta. El motivo es que tienen una cantidad abundante de determinadas sustancias como las aminas biogénicas (histamina, tiramina, feniletilamina y serotonina), compuestos fenólicos y aditivos (glutamato monosódico y aspartame) que desencadenan la cefalea. Algunos ejemplos son los frutos secos como la avellana y dátil, el chocolate, los quesos curados como el parmesano, manchego, cheddar, emmental o camembert, los alimentos en escabeche, el café o el té en exceso, las comidas precocinadas o los embutidos como las salchichas, el salami, el chorizo, el salchichón o el chopped, así como las bebidas alcohólicas, en especial el vino, o los refrescos.

En cambio, existen alimentos recomendables, como aquellos ricos en vitamina C, vitamina B2 y ácidos grasos insaturados, pues poseen un efecto analgésico: el kiwi, los cítricos, el tomate, la guayaba, los ácidos grasos insaturados, los pescados azules y los frutos secos, como las nueces y las almendras, en pequeñas cantidades. 

En cuanto al ejercicio, aunque en algunos casos una práctica realizada de forma brusca puede desencadenar una cefalea, lo cierto es que el ejercicio continuado con una intensidad moderada puede ser muy eficaz para prevenir su aparición. En el caso de las cefaleas tensionales, provocadas en muchos casos por el estrés, el deporte es muy adecuado porque incrementa la producción de adrenalina en nuestro cuerpo y puede llegar a evitar la aparición del dolor. Es recomendable realizarlo a diario, durante 30-40 minutos aproximadamente. Las mejores disciplinas para estos casos son la carrera a pie, la natación y el paseo.

El control del estrés es también importante, puesto que el estrés es uno de los motivos que pueden desencadenar las cefaleas, al provocar un estado de tensión muscular que puede desencadenar un ataque.

Dolor cabeza

En todo caso, es importante acudir al médico por si fuera necesario tomar fármacos como los analgésicos, los triptanes o agonistas selectivos de los receptores 5 HT, que bloquean la transmisión de las señales de dolor del nervio trigémico al cerebro, los betabloqueantes o los antagonistas de los canales de calcio.

Como curiosidad, según un estudio llevado a cabo por la Clínica Mayo en Arizona, la toxina botulínica –el popular botox, que se utiliza en cosmética–, podría tener efectos muy beneficiosos en el tratamiento de las migrañas. Al parecer, la toxina parece prevenir la activación del trigémino (nervio que recoge la sensibilidad de la cara y parte de la cabeza), que puede estar en el origen de la aparición de las migrañas.