El presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich, ha advertido que "el Estado español está fuera de la ley: ahora, el mayor caso de ciberespionaje contra un movimiento democrático". En un mensaje compartido este lunes con sus seguidores de Twitter, el presidente de Òmnium ha transmitido su primera impresión del escándalo. En el tuit, junto con el enlace a la investigación que ha hecho la organización Citizen Lab, Antich ha añadido este mensaje: "Activistas, cargos electos... No nos quedaremos de brazos cruzados ante un escándalo intolerable que amenaza derechos y libertades de todos". Esta ha sido la reacción de Xavier Antich al destape del escándalo denominado CatalanGate por parte del semanario norteamericano The New Yorker y los expertos en informática de CitizenLab. Òmnium Cultural también ha sido víctima de este ciberespionaje. En su caso, los ataques han ido dirigidos contra quien fue vicepresidente de la entidad y cara visible de Òmnium durante el encarcelamiento de Jordi Cuixart, Marcel Mauri, así como contra la pareja de Cuixart, Txell Bonet. Otros miembros de Òmnium atacados son Elena Jiménez y Jordi Bosch, miembros de la ejecutiva de Cuixart.

Autoría de los ataques

Sobre la posible autoría de los ataques, el informe detalla que todos los "objetivos" tenían "un interés evidente" para el Gobierno y que el envío de cebos' en forma de mensajes para poder acceder a los dispositivos coinciden con "acontecimientos de interés". Además, apuntan al hecho de que el CNI español ha sido cliente de NSO. En esta investigación, Citizen Lab concluye que aunque no atribuye de manera directa estos ciberataques a un gobierno en particular, le parecería "poco probable" que una acción tan amplia y detallada se haya hecho desde fuera de España: "Una operación clandestina tan plurianual, especialmente contra personas de alto perfil, tiene un alto riesgo de descubrimiento y seguramente comportaría graves repercusiones diplomáticas y legales para una entidad gubernamental no española". El listado de víctimas es, según los mismos investigadores, "sorprendiendo", pero a causa de las dificultades tecnológicas para llevar a cabo el trabajo, sospechan que el número total de objetivos del ciberespionaje podría ser "muy superior". El caso catalán es, de hecho, "la mayor de todas las investigaciones" de la organización que, por ejemplo, contó a 35 víctimas en una investigación sobre Al Jazeera o 35 en otra sobre El Salvador.

Investigados

La lista definitiva y la relevancia de los cargos que ahora se conoce, sin embargo, va mucho más allá. Todos los eurodiputados independentistas, por ejemplo, han sido objetivo del ciberespionaje, ya sea de manera directa, como Toni Comín, Diana Riba y Jordi Solé, o a través de amigos y familiares, como en el caso de Clara Ponsatí y Carles Puigdemont. Tres presidentes de la Generalitat desde 2010 sí que han visto infectados sus dispositivos de manera directa. Es el caso de Artur Mas, que recibió el ataque informático después de dejar el cargo; Quim Torra metro era presidente, o el actual presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que fue atacado cuando era vicepresidente durante el mandato de Torra. También figuran numerosos miembros de partidos independentistas. Del entorno de ERC hay nombres como Josep Maria Jové, Marta Rovira, Meritxell Serret, Sergi Sabrià o Xavier Vendrell. En total sueño doce los miembros de ERC contabilizados como víctimas del espionaje, el grupo mayoritario, por once de JxCat y cuatro de la CUP. Por otra parte, otro de los sectores que han sido objetivo de ciberespionaje de Pegasus han sido los abogados vinculados con hombres fuertes del procés, como Gonzalo Boye o Jaume Alonso-Cuevillas, próximos a Puigdemont; así como Andreu Van den Eyde, de la órbita de Oriol Junqueras y Esquerra Republicana de Catalunya.