Con la legislatura a punto de llegar a su ecuador y con la intención manifiesta de Pedro Sánchez de agotarla, el Gobierno tiene delante un nuevo reto: sacar adelante la reducción de la jornada laboral, la ley estrella de Yolanda Díaz. La norma fue aprobada hace un par de semanas en segunda vuelta en el Consejo de Ministros y ya ha llegado al Congreso de los Diputados para iniciar su trámite parlamentario. El obstáculo es Junts per Catalunya, el único socio de investidura que se opone a la medida. Sumar se ha mostrado siempre optimista y considera que será sencillo convencer a los independentistas. Pero el PSOE advierte a su socio minoritario que tiene que ser realista y asumir que el grupo parlamentario de Míriam Nogueras no engaña cuando dice que no quiere dar su 'sí' a la ley. Ahora, después de días trasladando que Yolanda Díaz es la única responsable de esta carpeta, fuentes del ala socialista del Gobierno explican que el PSOE tutelará a la vicepresidenta segunda en sus negociaciones.

"Si la ley no sale, será una putada para todo el ejecutivo", señala a este periódico un importante ministro. Pedro Sánchez, que también necesita en esta legislatura aprobar una ley de la que pueda sacar pecho, ha decidido tomar partido y considerarla una norma estrella de todo su ejecutivo, no únicamente de Sumar. Al fin y al cabo, fue uno de los acuerdos para formar un nuevo Gobierno de coalición. Los socialistas, por lo tanto, supervisarán la primera toma de contacto con los grupos parlamentarios y después valorarán conjuntamente con el socio minoritario cómo avanzar en las negociaciones. "Nos toca hacer de hermano mayor y pactaremos previamente con Sumar las medidas que puedan ofrecer a Junts", señala un ministro de alta jerarquía con carné del PSOE. Estas mismas fuentes explican que el Gobierno, con el fin de convencer al grupo parlamentario de Míriam Nogueras, está dispuesto a proponer mecanismos de acompañamiento para las empresas.

"Yolanda, como mínimo, sabe que Junts no permitirá que este texto salga tal como ahora está", insisten desde el ala socialista del Gobierno. El argumento de Junts per Catalunya para tumbar esta ley es que la medida atenta contra las pequeñas y medianas empresas, y denuncian que solo se ha negociado con sindicatos españoles. Los independentistas ya han anunciado que presentarán una enmienda a la totalidad contra esta ley. Para el Gobierno sería preferible que lo hiciera presentando un texto alternativo. Asumen que PP y Vox no darían apoyo a un texto redactado por los independentistas que sería una 'reforma laboral a la catalana'. El peor escenario sería una enmienda a la totalidad de devolución, sin texto alternativo. Eso facilitaría que Junts, PP y Vox sumaran fuerzas para enterrar definitivamente la norma. De hecho, según apuntan fuentes de Junts, la idea del partido es optar por esta segunda opción.

Pero Sumar confía llegar a algún tipo de acuerdo a fin de que los independentistas, en caso de acabar presentando la enmienda a la totalidad, la retiren. Los socialistas prevén una negociación ardua. Un ministro opina que Junts "está completamente atado a la patronal", mientras que otro explica que han percibido a los representantes de las pequeñas y medianas empresas de Catalunya "muy a la contra" de la medida que reduce la jornada semanal de 40 a 37,5 horas y media.

El acercamiento de Yolanda Díaz a Junts

El entorno de Yolanda Díaz traslada en privado, para hacerse valer como principal negociadora de esta medida, que mantiene un contacto directo y habitual con Carles Puigdemont. El círculo de confianza de la vicepresidenta segunda del Gobierno se muestra dispuesto a viajar a Waterloo para celebrar una reunión presencial si hace falta. De momento, los comunes ya han movido ficha para mediar y negociar con Junts la reducción de la jornada laboral.

En la rueda de prensa en que Yolanda Díaz anunciaba que el Consejo de Ministros ya había aprobado la ley en segunda vuelta para enviarla al Congreso, optó por hacerle un masaje al partido de Carles Puigdemont: "Las formaciones políticas deciden solas y me consta que en el caso de Junts no deciden los empresarios". En los esfuerzos para convencer a los independentistas, la 'líder' de Sumar destacó en aquella comparecencia que Catalunya se ha situado siempre "a la vanguardia" de las luchas obreras, y recordó la conquista de la jornada de ocho horas gracias a la huelga de La Canadenca. Y aplaudió a los catalanes porque "su productividad duplica por hora trabajada la media española". "El tejido empresarial catalán tiene perfil propio", añadió.

La patronal catalana, en contra de la reducción de jornada

Pimec ya se ha reunido tanto con Junts per Catalunya como con el PSOE. A finales de abril, el presidente de esta patronal, Antoni Cañete, conversó con Carles Puigdemont en Waterloo. Y esta pasada semana viajó a Madrid para participar en una reunión de Conpymes —es vicepresidente primero— con Pedro Sánchez; también se reunió con el grupo parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados. Participaron en este encuentro el diputado del PSC José Zaragoza y el exconvergente y actual representante de Pimec en Madrid, Ferran Bel.

La patronal de pequeñas y medianas empresas de Catalunya critica que el texto no incorpora mecanismos esenciales para la gestión flexible de la jornada laboral, como la distribución irregular o las horas extraordinarias, y denuncia que se ignore la necesidad de adaptar las políticas laborales a la dimensión empresarial. La entidad también alerta sobre el endurecimiento del régimen sancionador vinculado al registro horario y las nuevas exigencias en materia de desconexión digital, que afectan especialmente a las empresas más pequeñas. En todo caso, el entorno de Yolanda Díaz asegura que las peticiones que le ha trasladado Pimec son "asumibles". Por su parte, la pasada semana, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, se reunió en su despacho del palacio de la Moncloa con Xavier Panés, presidente de la patronal Cecot.

El pasado lunes, antes de empezar la asamblea general de Foment del Treball, su presidente, Josep Sánchez Llibre, expuso a los empresarios sus objetivos para el 2025, entre los cuales se encuentra el rechazo "frontal" a una reducción de jornada que, según sus cálculos, supondrá un incremento de coste laboral del 7% y tendrá un coste para las empresas españolas de 23.000 millones de euros. Según la patronal, la medida estrella de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz en este mandato, "probablemente sea el error económico más grave de su legislatura".