Sumar y el PSOE no le leen las cartas de la misma forma a Junts per Catalunya. El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes en segunda vuelta la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales y ya ha enviado el proyecto de ley hacia el Congreso de los Diputados. El obstáculo para aprobar la norma es el partido de Carles Puigdemont, que ya ha anunciado que presentará una enmienda a la totalidad. El entorno de Yolanda Díaz se muestra confiado; cree que será sencillo negociar con los independentistas y convencerlos para que acaben votando a favor. En cambio, el ala socialista del Gobierno —especialmente los ministros acostumbrados a negociar con el grupo parlamentario de Míriam Nogueras— es más realista y asegura que las conversaciones serán complicadas: advierten a Sumar que Junts va en serio cuando dice que no quiere aprobar la ley estrella de Sumar en esta legislatura.

Hay dos maneras de presentar enmiendas a la totalidad: de texto alternativo o de devolución. Fuentes del ala socialista del Gobierno explican que sería preferible que Junts optara por la primera opción; porque tienen el convencimiento de que PP y Vox no darían apoyo a un texto redactado por los independentistas que sería una 'reforma laboral a la catalana'. Temen que opten por presentar una enmienda a la totalidad de devolución, sin texto alternativo, cosa que permitiría que la derecha y extrema derecha española entregaran sin complicaciones su voto. De hecho, según apuntan fuentes de Junts, la idea del partido es optar por esta segunda opción. Es por este motivo que ministros del PSOE se muestran pesimistas con la posibilidad de que la reducción de jornada sea una realidad, aunque al mismo tiempo abogan por no tirar la toalla.

Sumar, optimista; PSOE, pesimista

El pasado martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la mayoría de preguntas iban dirigidas a Yolanda Díaz y eran sobre Junts. La vicepresidenta segunda del Gobierno optó por hacerle un masaje a los independentistas: "Las formaciones políticas deciden solas y me consta que en el caso de Junts no deciden los empresarios". En privado, el entorno de la también ministra de Trabajo dice lo mismo y, con mucha confianza, asegura que "el debate ya está ganado en las calles". El PSOE, en cambio, dice todo lo contrario. "La advertencia de Junts no es un farol, no es un paripé; están completamente atados a la patronal, que es totalmente contraria a reducir la jornada", señala un ministro socialista de máxima confianza para Pedro Sánchez. Otro compañero de partido y miembro del ejecutivo próximo al presidente del Gobierno advierte que a los independentistas no les temblará el pulso para tumbar la ley si no consiguen algo sustancialmente positivo para Catalunya. "Será muy difícil", prevé.

En los esfuerzos para convencer a Junts, la 'líder' de Sumar destacó en aquella comparecencia ante los medios que Catalunya se ha situado siempre "a la vanguardia" de las luchas obreras, y recordó la conquista de la jornada de ocho horas gracias a la huelga de La Canadenca. Y aplaudió a los catalanes porque "su productividad duplica por hora trabajada la media española". "El tejido empresarial catalán tiene perfil propio", añadió.

Contactos con PIMEC y Cecot

El entorno de la vicepresidenta segunda también asegura que son "asumibles" las peticiones que le ha hecho PIMEC. La patronal de pequeñas y medianas empresas de Catalunya critica que el texto no incorpora mecanismos esenciales para la gestión flexible de la jornada laboral, como la distribución irregular o las horas extraordinarias, y denuncia que se ignore la necesidad de adaptar las políticas laborales a la dimensión empresarial. La entidad también alerta sobre el endurecimiento del régimen sancionador y las nuevas exigencias en materia de desconexión digital, que afectan especialmente a las empresas más pequeñas.

Por su parte, este jueves, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, se reunió en su despacho del palacio de la Moncloa con Xavier Panés, presidente de la patronal Cecot. De todos modos, es Yolanda Díaz quien comanda unas conversaciones en las que ha decidido no fijarse una fecha límite. Este viernes, el mismo Bolaños aseguró que el ejecutivo "daría tiempo a esta negociación".

Junts ve la reforma negativa para las empresas catalanas

Este miércoles, el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, metía la pata diciendo que Junts per Catalunya es tan "inútil" como "la última rebanada del Pan Bimbo". Al día siguiente, Carles Puigdemont y Míriam Nogueras ironizaban sobre "la extraña forma de defender a los trabajadores" por parte del sindicalista. La líder de Junts en Madrid insistía, en todo caso, en que su partido pretende "defender a la pequeña y mediana empresa" con el fin de "defender a sus trabajadores", argumento por el que ahora mismo se oponen a tramitar una reducción de la jornada laboral que solo ha sido pactada con el "lobby sindical español".