Josep Rull, como la gran mayoría de sus compañeros de partido, se ha mostrado cauteloso con la mesa de diálogo entre Catalunya y el Gobierno que tiene que servir para encontrar una solución al conflicto político. En este sentido, el que fue conseller de la Generalitat ha apuntado que, según cómo se desarrolle, se puede acabar convirtiendo en uno "anestesiante para el proceso de liberación nacional", aunque si es así, los dirigentes catalanes lo notarán enseguida.

Así, aunque en una entrevista en Catalunya Ràdio ha reconocido que el pacto de govern con Esquerra prevé un tiempo de margen de 2 años para comprobar su funcionamiento, cree que no tendría sentido mantenerla si no se produce ningún tipo de avance. Diferentes miembros de Junts ya se habían manifestado en estos términos, hecho que Laura Vilagrà ha lamentado, ya que considera que estas dudas debilitan la posición de la Generalitat y "no son la actitud adecuada".

Con todo, Rull considera que el Govern es fuerte y que entre sus miembros hay "mucha cohesión".

El abrazo con Puigdemont

Desde que a finales de junio el Gobierno lo indultó, a él y en el resto de los presos políticos, se ha tenido que acostumbrar a vivir fuera de la prisión, hecho que le costó especialmente durante los primeros días. Todo cambió cuando pudo viajar a Waterloo para reunirse con el presidente Puigdemont, a quien pudo abrazar tres años y medio después,  y con otros miembros del gobierno en el exilio. Entonces se volvió a "sentir libre". 

Con respecto a las palabras de la ministra de Justicia, Pilar Llop, quien ve improbable que el Supremo tumbe los indultos, Rull asegura que nunca se tiene que descartar ninguna opción, ya que en todo lo que hace referencia a la justicia española "nos tenemos que preparar para lo peor". Además, reconoce que no lo sorprendió que fuera Ciudadanos, excompañeros suyos en el Parlament, quien recurriese en contra: "Ellos viven instalados en la venganza, nosotros en la esperanza".

Rull también ha reaccionado a las palabras de la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, que consideró que el independentismo ya tendría que haber tomado la lección. El conseller se ha mostrado "muy enfadado por estas palabras", que ha tildado de ofensivas: ¿"que se piensa esta gente"?, se ha lamentado. Por eso, ha querido aclarar a la también portavoz del Gobierno que no aprenderán "ni ahora ni nunca" a "dejar de sentirse nación y querer ser libres".

Contrario en la ampliación

Por su parte, quien fue conseller de Territori i Sostenibilitat se ha mostrado contrario a alargar la tercera pista en el aeropuerto del Prat y ha apuntado que no es una condición necesaria |para que pueda ser un 'hub' internacional, tal como se pretende. En cambio, ha remarcado la necesidad de una terminal satélite y la conexión ferroviaria con Reus y Girona pero no la ampliación, que afectaría al espacio natural de la Ricarda.

Sobre este aspecto ha recordado que "los países serios entienden que la biodiversidad no es un añadido sino algo esencial", hecho que se tendría que reproducir aquí.