El vicepresidente del Govern y conseller de Políticas Digitales y Territorio, Jordi Puigneró, cree que hay que hacer todo lo posible para alcanzar "el mayor consenso" que se pueda para preservar el catalán en las aulas de la escuela catalana ante la sentencia del TSJC que pide impartir un 25% de las clases en castellano. Así, ha señalado que si finalmente alguien se acaba descolgando, habrá que evaluar las implicaciones políticas que eso pueda tener. En este sentido, el conseller ha defendido no "abrir el melón" de la ley de política lingüística para evitar un hipotético recurso ante el Tribunal Constitucional y explorar "otras vías", como un decreto, para hacer un despliegue normativo de protección de la lengua en el ámbito de las escuelas. Así y todo, Puigneró ha dicho que se tendrá que ver si hay que complementarlo.

Consenso

Puigneró ha querido dejar claro que desde Junts per Catalunya siempre han defendido la importancia que tiene el hecho de que haya consenso sobre esta cuestión y ha detallado que ahora mismo no hay, ni por parte de las entidades educativas ni sociales, como Òmnium Cultural y Plataforma per la Llengua. En este sentido, ha remarcado que hace falta que la "solución" que se acabe adoptando "tenga unas ciertas garantías" para que el catalán siga siendo la lengua vehicular en las aulas, precisamente ahora que vive un momento de "retroceso" en su uso. Por todo ello, Puigneró ha asegurado que se está trabajando "de forma discreta" con la voluntad de que el consenso se acabe produciendo.

Negociaciones

Las cuatro formaciones que llegaron a un pacto para proteger el catalán desde el Parlament el 24 de marzo, a través de la modificación de la Ley de Política Lingüística, han reanudado hoy las negociaciones con el fin de llegar a un nuevo acuerdo, obviando así el ultimátum de 24 horas que pusieron hace dos días. Los contactos han empezado esta mañana del jueves y se han alargado hasta la hora de comer, antes de reanudarse de nuevo esta tarde, para acabar sin ningún acuerdo concreto. Y todo, después de que Junts anunciara la semana pasada que se desmarcaba definitivamente del acuerdo de marzo y que trabajaría para una nueva estrategia que sirviera para blindar el catalán. La propuesta de los de Carles Puigdemont ha sido consensuada por el Govern y compartida con los otros partidos, que muy pronto han mostrado sus discrepancias. El encuentro del jueves por la tarde no se ha alargado más de una hora. Los representantes del PSC y de los comunes han salido con prisas y han dirigido pocas palabras a la prensa: tan solo para insistir en que seguirán negociando para llegar a un acuerdo. El mismo mensaje han lanzado los de Junts unos minutos después. Con todo, hoy tampoco se ha presentado la petición para celebrar una Junta de Portavoces extraordinaria, requisito indispensable para incluir la cuestión del catalán al pleno de la próxima semana.