Isabel Perelló planta cara a Pedro Sánchez. Después de que el presidente español cargara contra las investigaciones judiciales de su mujer y su hermano y denunciara que “hay jueces haciendo política”, la presidenta del Consejo General del Poder Judicial replica que las “insistentes descalificaciones a la justicia provenientes de los poderes públicos” son “totalmente inoportunas y rechazables”. Han sido sus palabras en la apertura del año judicial en el Tribunal Supremo en un discurso que ha pronunciado delante del ministro de Justicia, Félix Bolaños. “Tal forma de proceder socava de forma directa la confianza en la justicia, al tratar de influir negativamente en la consideración ciudadana de los jueces”, ha verbalizado. “Estas descalificaciones son impropias de un Estado de derecho avanzado en el que rige no solo el principio de separación de poderes, sino también el de respeto mutuo y la lealtad institucional”, ha subrayado.
🔎 La presencia del fiscal del Estado y las críticas de Sánchez a los jueces tensan el inicio del año judicial
“Son aceptables el desacuerdo y la crítica, siendo ambos legítimos, pero no lo es desacreditar al Poder Judicial, atribuyéndole intenciones u objetivos que resultan abiertamente contrarios a los principios que deben presidir la actuación jurisdiccional”, ha reiterado la presidenta del CGPJ. El lunes, en una entrevista en TVE, Pedro Sánchez lamentó que en los casos de su mujer y su hermano “hay un problema de instrucción y de pena de telediario, que están pagando dos personas por el mero hecho de ser familiares” suyos. E Isabel Perelló le ha replicado: “En un Estado de derecho como el nuestro, toda actuación judicial tiene lugar en el cauce de un proceso, que se desarrolla con todas las garantías de audiencia y defensa, y es susceptible de ser revisada por otros Jueces imparciales e independientes”.
La presidenta del CGPJ se ha desmarcado de un intercambio de declaraciones con el presidente del Gobierno y ha querido puntualizar que “no es propio del Poder Judicial entrar en polémicas ni en críticas” a personas ni a instituciones: “No nos corresponde esa función, cada cargo público es responsable de sus actos”, ha dicho. “Pero sí vamos a defender con firmeza los principios esenciales que definen al Poder Judicial y que hacen que sea digno de este nombre”, ha subrayado. Isabel Perelló ha esgrimido que la sociedad “no merece que los poderes públicos entren en descalificaciones ni en reproches mutuos, sino que las instituciones funcionen con normalidad y que actúen al servicio de los ciudadanos, y con respeto y lealtad a las otras”.
“Los jueces no obedecemos órdenes ni instrucciones de nadie”
Isabel Perelló también ha hecho una referencia velada a la aplicación de la ley de amnistía. O así se puede entender. “Los jueces y magistrados no obedecemos órdenes ni instrucciones de nadie en el ejercicio de nuestra función”, ha manifestado. “Ahora bien, independencia no equivale a libre arbitrio. Al contrario, estamos sometidos al imperio de la ley”, ha añadido. “Lo característico de la independencia judicial es que nuestro único marco de referencia es el ordenamiento jurídico”, ha remachado. Unas palabras que llegan después de que Manuel Marchena y Pablo Llarena hayan argumentado que no aplican la norma del olvido penal a los líderes del procés alegando que la misma ley excluye la malversación, contraviniendo el redactado de la norma y la clara voluntad de legislador.
Por otro lado, se ha mostrado crítica con la reforma de la carrera judicial y fiscal que ha impulsado el Gobierno y que ha levantado los jueces y fiscales en pie de guerra contra Félix Bolaños. “Los jueces reclamamos constantemente reformas y mejoras, pero estas deben tener como finalidad profundizar en nuestra formación e independencia y no pueden darse pasos que signifiquen un retroceso en estos dos elementos esenciales”, ha verbalizado. Y ha dejado claro a qué se refería: “Existen reformas en tramitación que afectan directamente a la Carrera Judicial y que generan legítima preocupación de la judicatura”.
Un acto marcado por la presencial del fiscal general del Estado y las críticas del sector conservador de la judicatura
El acto ha estado marcado por la tensión que ha habido en los últimos días a raíz de la presencia del fiscal general del Estado y de las críticas de Pedro Sánchez a los jueces. Todo ello ha desatado una crisis institucional que se ha puesto de manifiesto hoy con el rey Felipe VI como testigo. No ha estado presente Alberto Núñez Feijóo, que ha plantado el acto para protestar contra la continuidad de Álvaro García Ortiz al frente de la Fiscalía General del Estado. “Su presencia es una provocación que yo tengo que denunciar”, argumentó ayer. Tampoco estaba la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, que el año pasado acudió por primera vez. En cambio, ha habido dos estrenas de peso: el nuevo presidente de la Sala Penal del Supremo, Andrés Martínez Arrieta, ha debutado como sucesor de Manuel Marchena y Mercè Caso se ha estrenado como presidenta del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya. Desde 2016, había asistido su antecesor, Jesús María Barrientos.
Las palabras de Isabel Perelló han seguido el mismo tono del año pasado, en la que fue su estrena como presidenta del CGPJ después de cinco años y medio con un presidente interino. Hizo un “llamamiento a las diferentes fuerzas políticas y a los poderes del Estado” para que “respeten el trabajo” de los jueces y reclamó “evitar ataques injustificados” que pueden “socavar la legitimidad y la reputación de la Administración de Justicia o de sus integrantes”. Ahora bien, en ese momento todas las miradas estaban puestas en la ley de amnistía: Perelló advirtió que “ningún poder del Estado puede dar indicaciones ni instrucciones a los jueces y magistrados sobre cómo han de interpretar y aplicar el ordenamiento jurídico”. “De ahí la importancia de salvaguardar la independencia judicial frente a posibles injerencias externas”, proclamó.
“Hay jueces haciendo política”
Fue el lunes cuando Pedro Sánchez puso a la judicatura en pie de guerra. En una entrevista en Televisión Español, reprobó que los procesos judiciales de Begoña Gómez (su mujer) y David Sánchez (su hermano) son “muy defectuosos en el fondo y en la forma”. El presidente español circunscribió su crítica a una “minoría” de jueces que hacen un “inmenso daño” a la justicia: “La inmensa mayoría de jueces y fiscales hacen bien su trabajo y cumplen con la ley, [pero] con la misma rotundidad digo que hay jueces que no. Y estos son casos palmarios de que eso no es así”, manifestó. “¿Hay jueces haciendo política y hay políticos que tratan de hacer justicia? Sin duda alguna”, apostilló. Posteriormente, volvió a la carga en una entrevista en The Guardian: “Hay algunos jueces que están haciendo política. Y esta es una realidad a la que nos enfrentamos no solo en España, sino también en muchas otras democracias, especialmente cuando se trata de fuerzas o gobiernos progresistas”, manifestó.
Los vocales conservadores del CGPJ pidieron apartar a Félix Bolaños de los estrados
Las críticas de los últimos días (y meses) han hecho que los diez vocales conservadores del CGPJ reclamaran “visibilizar” su “rechazo a los ataques injustos e injustificados a los jueces” por parte del Gobierno apartando a Félix Bolaños de la posición que tradicionalmente ocupa el ministro de Justicia (que también es Notario Mayor del Reino) en los estrados al lado del rey. Querían poner de manifiesto la “separación y respeto” entre los poderes del Estado alegando que la “deslegitimación global” de jueces y tribunales “erosiona el sistema constitucional” y denunciando que las “acusaciones genéricas poniendo en duda la imparcialidad y el recto desempeño de su función” son “injustas” y “lesionan la confianza en uno de los pilares del Estado democrático de Derecho”. Por su parte, el bloque progresista recordaba que la presencia en estrados del ministro de Justicia “responde a una costumbre constitucional consolidada” propia de su “posición institucional” y de las “altas responsabilidades que ejerce en el servicio público de la justicia”.