Las portadas de hoy devuelven al viejo relato de un Pedro Sánchez en manos de Pablo Iglesias, mientras algunas ministras sensatas —antes Margarita Robles, de Defensa; ahora Nadia Calviño, de Economía— mantienen el rumbo del barco. Incluso El País se abona a esta narrativa, dando por ganadora a la vicepresidenta de Economía —con el apoyo de algunos dirigentes regionales del PSOE, según El Mundo. En cambio, La Razón lo explica por la vía de destacar la adicción de Sánchez al tóxico Rasputín podemita. La Vanguardia habla de la "necesidad" de una nueva prórroga del estado de alarma. Qué "necesidad" hay no se explica.

Esta historia —que ya va tomando aire de episodio nacional ya te la sabes aunque cambien los protagonistas. La diferencia con el relato anterior es que ahora Sánchez ha conseguido fastidiar a todo el mundo, singularmente a las patronales, que tienen muy buena entrada en casi todas las terminales mediáticas del país. La voluntad de encajar cualquier hecho o acontecimiento en este relato ha tomado vuelo gracias a la menor presión de la covid-19 —menos casos, menos muertes, más desconfinamiento—, cosa que permite a los diarios dedicar más recursos y más espacio a la politiquería, al control del poder, etcétera. En la medida en que el problema sanitario decae —¡y que dure!— la cuestión política recupera terreno.

Además está la bola que ha hecho rodar Fernando Simón: la Generalitat de Catalunya no cuenta bien a los muertos, hay peligro de rebrote, etcétera. Naturalmente, a diarios como El Mundo, ABC y La Razón les ha faltado tiempo para escandalizarse y ponerlo en primera página. Algunos dirán que es una muestra de complejo de inferioridad, porque lo que molesta a esos diarioses que "la única autoridad competente" haya acabado por adoptar "las propuestas de Torra", y en el lío del recuento de víctimas han visto la ocasión de sacarse la espina.

La explicación es más sencilla. "La única autoridad competente" sólo considera muertos por covid-19 a los certificados mediante test PCR. La Generalitat suma las cifras de muertos que llegan de las funerarias, aunque no tenga constancia fehaciente que la causa mortis es la pandemia. De hecho, el mismo Ministerio de Sanidad ha tenido que reconocer que no hay ningún rebrote en Catalunya y que las diferencias en las cifras se deben a dos maneras de contar a los muertos. Se coge antes a un mentiroso que a un cojo, aunque una vez puesta la bola a rodar, párala si puedes.

Bola extra. Fíjate en la foto de ABC: Isabel Ayuso parece imponer la mano al chico, como quien hace un milagro. "¡Detente, virus!" La imagen se combina con el titular "Más cerca de la salida". Conclusión: la presidenta taumaturga, la guía que dirige España hacia el final del túnel.