Cada tierra —cada diario— hace su guerra. Si alguna lección resulta de la suma de las portadas de hoy es que "la única autoridad competente" no gobierna mucho, ni muestra gran liderazgo, ni se gana el respeto de nadie. Es como aquel cómico que tapa un primer agujero en la pared con una mano, el segundo con la otra mano, una tercera rendija con un pie y cuando ha puesto el otro pie en una cuarta grieta, ve desesperado que empieza a abrírsele el techo. Todo puede mejorar, claro. Las portadas de hoy, sin embargo, no dan motivos de esperanza.

La guerra de cifras, como la llama El Punt Avui, se lleva la mayoría de los titulares principales. La Vanguardia, que no es cualquier diario, hace un veredicto terminante: deben sumarse a la cifra final los muertos en residencias de mayores (y en casas particulares). Naturalmente, su titular no lo dice así, pero a buen entendedor, pocas palabras bastan. La cosa les parece tan grave que incluso desplaza a los Nuevos Pactos de la Moncloa, que el diario ha apoyado con el afán de un supporter de un equipo de la Premier —incluso el comentarista prémium de la casa ha hecho un paralelismo diario, di-a-rio, con los Viejos Pactos de la Moncloa —los de verdad, los de 1977— para vestir la mona.

En un subtítulo, el diario de los Godó explica piadosamente que la mortandad en las residencias de mayores "ha pasado en toda Europa", como queriendo animar amablemente a "la única autoridad competente" a dejarse de cuentos y a contar a los muertos como es debido.

Ara, como El Punt Avui, retratan la cosa como una guerra entre el gobierno español y la Generalitat que, vaya, es coger el rábano por las hojas. No contar bien a los muertos de la Covid-19 ha escondido el fenómeno gravísimo de las residencias y geriátricos —¡la mitad de los muertos!—, que no es una disputa más entre ambos gobiernos. De hecho, hay tres autonomías, Madrid incluida, que se han apuntado a la iniciativa del Govern, aunque ABC quiera venderlo al revés.

Derechos, libertades, renta mínima...

Hay que decir que Ara pone en portada dos asuntos que quizás merecen más atención de la que los diarios les otorgan. En el fondo es un solo asunto: la ofensiva para limitar y/o condicionar derechos y libertades de los ciudadanos con la excusa de aplicar el estado de alarma. El gobierno, la justicia, el ejército y los cuerpos de seguridad del Estado muestran un exceso de celo que quizás sería más provechoso aplicado a conseguir y hacer test masivos de la Covid-19 o a contar bien a sus víctimas, para decir dos cositas que vienen a la cabeza sin pensar mucho.

La renta mínima vital es el titular de El Mundo y La Razón. En resumen, dicen que el Gobierno se ha hecho un lío, que la cosa no está resuelta y que ya veremos cuándo se aprobará. Los otros diarios lo llevan más pequeño pero vienen a decir lo mismo. Es una historia que va de maravilla a la derecha mediática porque les permite reforzar el relato de que Pedro Sánchez, para sostener su posición, da la mano derecha a los "bolivarianos" de Podemos y les hace pasar por delante de los ministros socialistas "sensatos" (Calviño, Montero, Escrivà, etcétera...). El Periódico, que también abre con la renta mínima, explica otra historia: que es urgente, que la gente no llega a fin de mes, que vamos ya.

Finalmente, El País, tan galante, se compadece de Pedro Sánchez y le abre un paraguas haciendo subir al titular principal la revuelta de algunas autonomías —tres del PP y el País Vasco— contra el propósito del gobierno central de hacer pasar de curso a todo el mundo sí o sí. Da la impresión contraria: deja en evidencia al gobierno de Madrid, que, otra vez, no consigue acordar —ni sabe pactar— una cuestión decisiva.

LV

EPA

AHORA

ABC

ME

LR

EPC

EP