Las protestas ciudadanas contra el Consejo de Ministros que el presidente socialista Pedro Sánchez trasladó a Barcelona, en el 2018 para escenificar la paz con Catalunya, vuelve a los juzgados. La Audiencia de Barcelona juzga a un hombre, a quien la fiscalía pide 6 años y 10 meses de prisión, por llevar en la mochila una botella con ácido clorhídrico envuelta con una inscripción que decía Puta España, que -según sostiene- se quería lanzar contra la policía. La sección 3.ª de la Audiencia de Barcelona juzgará a este acusado a partir del próximo lunes, 24 de octubre. La Audiencia de Barcelona y la sala de apelaciones del TSJC han absuelto al menos a media docena de jóvenes que participaron en las manifestaciones de rechazo de aquel Consejo de Ministros porque no se demostró su participación en los delitos de desórdenes públicos y de atentado contra la autoridad que les imputaban.

Los hechos pasaron la mañana del 21 de diciembre de 2018, con los alrededores de la Lonja de Mar de Barcelona, donde se celebró el Consejo de Ministros, blindada. Las protestas se concentraron en la avenida Paral·lel y también en la Via Laietana. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, agentes de los Mossos del dispositivo de seguridad de la zona vieron al acusado que aceleró el paso y empezó a correr hacia la plaza Urquinaona. Le hicieron parar, se resistió "agresivamente" y "dando golpes", hasta que lo retuvieron. En la mochila, se asegura que le encontraron "una botella de plástico con ácido clorhídrico en solución acuosa -que es muy corrosivo- envuelta con papel de aluminio y la inscripción de Puta España", que -según añade puede causar quemaduras químicas de gravedad.

¿Qué es un cóctel McGiver?

Además del cóctel químico, la fiscalía indica que se le encontró una caja metálica que contenía 16 bolas de papel de aluminio y 20 clavos y chinchetas que "se quería tirar a los agentes policiales", sin dar más detalles. Se añade que otras dos personas vigilaban el entorno, y que también fueron investigadas por el juzgado de instrucción 16 de Barcelona, aunque no serán juzgadas en este procedimiento. La Fiscalía expone que todo el material encontrado, convenientemente utilizado, podría dar como resultado en un cóctel químico, conocido como cóctel McGiver.  Explica que se utiliza la botella como recipiente, se ponen en su interior las bolitas de papel de aluminio que se mezclan con el ácido y se tapa con un tapón. El ácido y las bolitas interaccionan, y en una reacción exotérmica violenta se produce la liberación de hidrógeno y se puede producir una explosión. El líquido que caería una vez rota la botella podría producir quemaduras químicas a cualquier persona que entrara en contacto con él, alerta la fiscalía.

Por todo eso, la fiscalía acusa al detenido de un delito de tenencia de artefacto de sustancias explosivas, en condición de promotor, por el cual le pide 4 años de prisión; un delito de conspiración para cometer un delito de atentado contra agentes de la autoridad, para el cual le pide 2 años de prisión, y finalmente le acusa de un delito de resistencia contra agentes de la autoridad, con la pena de 10 meses de prisión. Es decir, un total de 6 años y 10 meses de prisión. En el juicio, se han citado como peritos a agentes de los Mossos de la Unidad Central de Laboratorio Químico y agentes del área Tedax.