La última derrota electoral de Ciudadanos se ha convertido en la gota que hace tirar el vaso para algunos de sus militantes, incluso de los más antiguos y fieles. Es el caso de Carmen de Rivera, una figura histórica de la formación naranja que fue diputada en el Parlamento de Catalunya durante una década años. En sus redes sociales, Rivera ha anunciado que se da de baja del partido. "El sacrificio que supuso arrancar el partido y dedicar estos más de 10 años como diputada, se truncan por las reiteradas y nefastas decisiones de su dirección", ha expuesto y ha sentenciado: "Ciudadanos ya no existe, hasta la vista".

Rivera entró en el Parlamento en septiembre de 2009, después de la renuncia del diputado Antonio Robles, y compartió el grupo mixto con Albert Rivera y José Domingo, también de Ciudadanos. El partido se había estrenado en aquella legislatura con los tres diputados que había obtenido a los comicios del 2006. El año 2019 dejó su escaño al Parlamento de Catalunya y ahora rompe el carné de militante. Su anuncio ha tenido mucha resonancia en las redes, en especial entre otros exmiembros de la formación naranja, que le han respondido a su tuit como Carina Mejías.

Fuga de militantes

Por cada derrota electoral, un buen manojo de militantes de Cs han ido abandonando el barco. El pasado enero se calculaba que este 2022 se perderían la mitad de los afiliados activos con que empezaba el año, lo que los situaría en un 72% menos de lo que hace tres años. Habrá que ver si los cálculos que hacía el partido al principio de años se cumplen o aumentan después del golpe de los comicios andaluces.

La formación de Inés Arrimadas no solo se enfrenta al problema de perder capacidad de acción política a través de sus bases, sino que también sufre otras pérdidas: económicas. A menos militantes, menos cuotas que cobrar. Una reducción de la financiación que se suma a la pérdida de ingresos que sufren cada vez que pierden representantes en cualquier cámara del Estado.

El futuro del partido

La líder de Ciudadanos ha reconocido las últimas horas en dos entrevistas que hacen falta cambios. Arrimadas afirma habrá una "renovación profunda" a Ciudadanos, incluso asegura que se puede llamar "refundación". ¿Eso incluye su cargo? Pues podría ser, ya que ha afirmado: "Mi liderazgo se tiene que someter de nuevo en menos de tres años a la ratificación de las bases". El plan de renovación del partido tendrá que estar ratificado por las bases antes de las próximas elecciones autonómicas y municipales del 2023. "La marca no es percibida como útil por los españoles", ha lamentado la líder de los liberales, a quién ha añadido: "Lo sabíamos y lo constatan estas elecciones".