Después de semanas de inmovilismo, la CUP entra en el juego. El diputado Carles Riera ha anunciado este viernes que los anticapitalistas se abren ahora a participar en la negociación que han puesto en marcha Esquerra Republicana, Junts, PSC y comuns con el objetivo de proteger el catalán en las escuelas, después de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya que impone el 25% de castellano. Ahora bien, ha puesto una condición clave: que el ejecutivo de Pere Aragonès convoque una mesa con la comunidad educativa para dialogar sobre este acuerdo. "El Govern tiene que crear y convocar una mesa de negociación con la comunidad educativa, como sindicatos, estudiantes y familias, con el fin de dialogar y acordar una solución efectiva de respuesta a la sentencia, que blinde la inmersión y garantice la vehicularidad de la lengua catalana".

Un aviso que llega, pues, en medio de las negociaciones puestas en marcha esta misma semana por las cuatro formaciones que el 24 de marzo anunciaron un acuerdo que pretendía reformar la Ley de Política Lingüística con el objetivo de proteger el catalán, si bien aquel texto reconocía la presencia del castellano en las aulas, por lo que generó duras críticas de algunos sectores del independentismo, incluida la CUP. Ante aquel golpe de realidad, los de Carles Puigdemont anunciaron rápidamente que se desmarcaban del pacto. Ahora bien, este jueves los republicanos y Junts establecieron una nueva propuesta, que ya no pasa por reformar la Ley de Política Lingüística, sino que apuesta para aprobar una nueva ley que permita proteger el catalán. El objetivo es hacerlo en el próximo pleno, que tiene lugar la semana que viene, ante la fecha límite impuesta por el TSJC este 31 de mayo. El PSC y los comuns han analizado y trabajado el documento desde ayer y, de momento, se han mostrado dispuestos a aceptarlo si hay cambios.

Este acuerdo a cuatro, pues, podría convertirse pronto en un acuerdo a cinco: "Si este marco negociador se produce con la comunidad educativa y el Govern lo crea, nosotros podemos participar con nuestras propuestas". Así se ha explicado Riera, en declaraciones a la ACN, que ha querido remarcar este punto. "Sólo podremos plantear nuestra propuesta y nuestra alternativa en una mesa de negociación en que se siente la comunidad educativa. Si eso pasa y nosotros estamos, obviamente estaremos abiertos a escuchar otras propuestas, otras iniciativas y otras formas de iniciativa legislativa que garanticen los mismos objetivos de blindaje de la inmersión". Más allá, el diputado también ha querido subrayar que este diálogo tiene que ser "franco y sincero", y ha recordado que queda "poco tiempo", pero considera que hay "días y el fin de semana para trabajar".

La CUP ha mantenido conversas las últimas horas con ERC y Junts, que han hecho llegar propuestas legislativas a los anticapitalistas. Sin embargo, el grupo de Riera considera que de momento ninguna iniciativa planteada por estos partidos garantiza el blindaje de la inmersión: "Todavía se mueven en el terreno de adecuarse y adaptarse a la sentencia del TSJC, que impone el 25%", ha advertido. La CUP, pues, insta al Govern a aprovechar los próximos días para convocar la comunidad educativa a una mesa para negociar la respuesta a los tribunales. En el horizonte, una semana "clave" para el futuro de la lengua. No se descarta la convocatoria de un Consejo Ejecutivo extraordinario, ni tampoco que el lunes haya una Mesa y Junta de Portavoces también extraordinarias.

Cambio de estrategia

Este movimiento de la CUP constata un cambio de estrategia. Hasta ahora, la formación se había mostrado inamovible, y no aceptaba ninguna otra opción que no fuera fijar el catalán como única lengua vehicular. La semana pasada, y después de que se conociera que Junts se desmarcaba definitivamente de la modificación de la Ley de Política Lingüística, la diputada Nogay Ndiaye ya pidió a los de Carles Puigdemont, a ERC y a los comuns que abandonaran a los socialistas y se sumaran a su propuesta. Ahora bien, el resto de grupos ya ha mostrado su negativa a esta opción. Así, los cupaires se han sentido claramente solos ante las negociaciones entre las cuatro formaciones, como ya compartió ayer el mismo Carles Riera, que denunció en TV3 que se sentían "querida y explícitamente excluidos" porque "nadie los ha convocado nunca a ninguna reunión".