Una semana después de que el Tribunal Supremo emitiera la sentencia que obliga el Museu Nacional d'Art de Catalunya a devolver las obras murales de la sala capitular del monasterio de Sijena en Aragón, aunque los informes técnicos aseguran que es imposible estropearlo sin estropearlas y hacerlos, esta ha entrado en el Parlament. Los partidos ya preguntaron al president Salvador Illa y la consellera de Cultura, Sónia Hernández, sobre esta problemática durante la sesión de control al Govern y este jueves, tanto Junts como Esquerra Republicana han interpelado directamente a la titular del Departamento para que explique cómo este hará frente a la sentencia. Después de que ayer avanzara una reunión del patronato del MNAC para decidir cuáles tienen que ser las siguientes pasas a seguir, ahora ha pedido a los partidos evitar la "precipitación así como los mensajes grandilocuentes y las proclamas". Tal como ha hecho el Govern desde que se publicó la sentencia, Hernández ha reiterado que el Ejecutivo aborda la nueva situación con "responsabilidad y máxima prudencia", delante de l"enorme complejidad" de los hechos.

En nombre de Junts ha intervenido al diputado Jordi Bertran y en el de ERC, la vicepresidenta de la Mesa del Parlament, Raquel Sans. Los dos han expresado, tal como han ido haciendo sus partidos desde la semana pasada, su disconformidad con la sentencia y han recordado que el único traslado de obras en su entorno original que se ha reclamado es el de los murales de Sijena en el Aragón desde Catalunya, mientras que en otros casos (como el Guernica o la Dama d'Elx, los dos en Madrid) la situación es del todo diferente y el Gobierno los ha blindado por criterios técnicos. "Si el riesgo, la fragilidad y las condiciones óptimas de conservación son argumentos válidos para Madrid, lo tienen que ser igualmente para Catalunya. No se trata solo de arte, sino de equidad y coherencia institucional", ha concluido Bertran, mientras que Sans ha hecho referencia a la "catalanofobia" de los sucesivos gobiernos de Aragón: "Prefiere que se puedan destruir las obras antes que protegerlas".

"Conformismo y sumisión" del Govern

En la misma línea, Sans ha reprochado al Govern su "actitud de conformismo y sumisión", asegurando que acatar la sentencia es "renunciar a defender el patrimonio, aceptar que los tribunales decidan sobre el arte y poner en riesgo la integridad de un tesoro románico único". La respuesta de la consellera no la ha convencido y le ha reprochado que no sirve de nada la voluntad si detrás no hay "contundencia política". Por eso, le ha pedido directamente que Cultura "exprese públicamente el rechazo a la sentencia y que se comprometa a agotar todas las vías legales para evitar la aplicación. No podemos dejar ninguna brecha, está en riesgo un patrimonio milenario".

Minutos después, Jordi Bertran se expresaba de manera muy similar durante el pleno del Parlament, exigiendo que se agote la vía jurídica y, yendo más allá, que se abra un "incidente de ejecución" para proteger las pinturas. Así, ha pedido a la consellera que el Govern actúe amparándose en la legislación internacional, estatal, catalana y aragonesa en materia de protección y conservación del patrimonio cultural. Concretamente, ha pedido al Govern que pida al Ejecutivo de Pedro Sánchez, como miembro del Patronat del MNAC; que utilice los mismos criterios científicos y técnicos aplicados hasta ahora para proteger las pinturas catalogadas como bien de interés cultural.