Mientras el presidente de Aragón pide a Salvador Illa que le envíen "de manera inmediata" las pinturas murales de Sijena, el presidente catalán ha cargado la decisión al Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC). Y el MNAC ha insistido en lo que ya hace tiempo que se dice: que las pinturas "no soportan la vibración" —como indican los estudios—, de manera que "un traslado y un cambio de emplazamiento podría suponer estropear los murales". "Es un riesgo elevadísimo", ha advertido Carme Ramells, jefe de área de restauración y conservación preventiva del museo, que también ha avisado de la "fragilidad" de las pinturas, de su alta sensibilidad a los cambios ambientales y de que son "químicamente muy reactivas". "El conjunto de materiales que componen estas pinturas, y que los encontramos también en otras pinturas arrancadas del Pirineu, es el que esencialmente las convierte en obras muy frágiles", ha manifestado. Entonces, ¿por qué la sentencia del Tribunal Supremo no ha tenido estas cuestiones en cuenta? O, en otras palabras: ¿por qué Sijena sí, pero el Guernica, la Dama de Elche y los Toros de Costitx no?
❓ ¿Cuál es la historia de las pinturas murales de Sijena expuestas hasta ahora en el MNAC?
En la sentencia, el Supremo se centra en la titularidad de las pinturas y no en criterios técnicos. Concretamente, mantiene el criterio de anteriores jueces y tribunales que el documento-contrato que firmó la priora del monasterio de Valldoreix (donde fueron las monjas de Sijena) con la Generalitat en 1992 —y que incluye la cesión indefinida de las pinturas— "no tiene ninguna validez" porque ella "no tenía la representación del monasterio de Sijena". Así, concluye que el MNAC no es el titular, sino el "depositario". Al respecto, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, se ha limitado a decir que "las sentencias hace falta respetarlas" y que espera la colaboración catalanoaragonesa para "la protección de un bien patrimonial que es muy importante".
La diferencia con las obras en Madrid
Pero el Ministerio de Cultura no se ha comportado igual con otras obras que están en Madrid y no en Catalunya. Es el caso del Guernica (1937) de Pablo Picasso, que continúa en el Museo Nacional Reina Sofía desde 1992, mientras que desde el País Vasco reclaman desde hace tiempo su traslado. Hace cosa de un año y medio, Urtasun no respondió a la petición del PNV, y tan solo reconoció que se trata de una "reivindicación histórica". Su predecesor en el cargo, Miquel Iceta, ya había descartado la petición que le había hecho EH Bildu. Y no, no aludió a la titularidad del cuadro. En 2022, Iceta habló del "crimen" que supondría "poner en riesgo" la obra, ya que los informes técnicos "desaconsejan absolutamente" su movimiento. También hizo referencia a un simposio internacional de 1998 sobre los problemas "éticos y técnicos" de la manipulación de obras de arte, que puso el Guernica como ejemplo y que concluyó con un informe que "desestimaba cualquier traslado, incluso el cambio de sala en el mismo Reina Sofía".

De las reivindicaciones vascas, pasamos a las reivindicaciones valencianas. Fue otra vez Iceta quien en 2022 volvió a rechazar el traslado de la Dama de Elche —que desde 1941 se encuentra en Madrid—, con el mismo argumento: que los expertos "desaconsejan el traslado". "Mientras que los informes técnicos desaconsejen el movimiento, yo como ministro no los autorizaré. (...) Como ministro, yo aconsejaría a cualquiera no poner por encima de los intereses políticos partidistas antes que la seguridad de esta pieza", dijo.

Criterios técnicos en Madrid, pero no en Catalunya
Un caso similar al de la Dama de Elche es el de los Toros de Costitx, otra escultura del siglo V a.C. que también se expone en el Museo Arqueológico Nacional de España (en Madrid) —en este caso, desde 1895. En este caso, el Ministerio de Cultura se ha negado rotundamente año tras año y tan solo ha abierto la puerta a cesiones temporales. En una nota de 2021 —con Iceta como ministro—, aplicable al resto de obras, el departamento dejó bien claro que "no contempla ningún plan para el traslado o devolución de las obras patrimoniales que se encuentran en los museos nacionales". "Cada paso que da el Ministerio está basado en criterios técnicos. Es el mismo equipo ministerial quien solicita informes para valorar la toma de decisiones. Es decir, el Ministerio de Cultura y Deporte nunca adoptará una medida en contra de sus propios informes técnicos", añadía.

Urtasun se comprometió a revisar los museos estatales para "superar un marco colonial", pero la realidad es que ni el Guernica, ni la Dama de Elche, ni los Toros de Costitx han sido todavía trasladados a su casa. Siempre, de acuerdo con unos criterios técnicos que ahora no se aplican a las pinturas murales de Sijena. Tal situación ha hecho que expertos como Albert Velasco piensen mal: "Si la Dama de Elche estuviera en Barcelona, ya habría vuelto. Y si las pinturas de Sijena estuvieran en Madrid o en Zaragoza, no tendríamos litigio. ¿Por qué siempre que se habla de la Dama de Elche o del Guernica de Picasso se invoca la conservación y no, en cambio, cuando lo hacemos de las pinturas de Sijena?".
Si la dama de Elche estuviera en Barcelona, ya habría vuelto. Y si las pinturas d Sixena fueran en Madrid o Zaragoza, no tendríamos litigio. ¿Como es q siempre que se habla de la dama de Elche o del Guernica de Picasso se invoca a la conservación y no, en cambio, cuando lo hacemos de las pinturas de Sixena? https://t.co/Sv0A8hq8Iw
— Albert Velasco (@velasc_alberto) May 29, 2025