El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, ya ha hecho la ronda de llamadas a todos los partidos, excepto Vox, para comunicarles su voluntad de presentarse a la investidura. Lo ha anunciado él mismo vía Twitter reivindicando que "el cambio ha llegado y los socialistas lo haremos posible".

A pesar de no tener los apoyos y, además, tener una mayoría independentista de 74 escaños previsiblemente en contra, Illa ya advirtió ayer que se presentaría a la investidura por la victoria electoral, "por convicciones y principios, y porque les "corresponde" presentarla y "formar Gobierno".

Según han informado desde la formación a ElNacional.cat, Illa ha trasladado al resto de partidos la idea de que "el PSC es el primer partido de Catalunya" y que "ha habido un voto a favor del diálogo y el reencuentro".

Con todo, el futuro debate de investidura y qué candidato se presenta es algo que  estará en manos del futuro president del Parlament, una vez este haya sido escogido y haya consultado a los representantes de los partidos y grupos políticos con representación parlamentaria. De hecho, el presidenciable socialista también explicó que querrán negociar la presidencia del Parlament porque son los ganadores de las elecciones y tienen "derecho a todo eso".

Así pues, a pesar de querer cumplir con esta promesa electoral, todo parece muy difícil para los socialistas, que ven cómo esta victoria no les servirá para hacer nada diferente a lo que ya pasó ahora hace tres años con el triunfo de Ciutadans. Aunque desde la órbita socialista se intenta convencer a ERC para llegar a algún tipo de acuerdo, como ya expresaba ayer en una carta el expresident Montilla, los republicanos parecen decididos a mantener su promesa de no pactar. De hecho, el mismo Illa en la ronda de llamadas también ha reconocido la fuerza de ERC comentando que "ha habido una mayoría clara de izquierdas y progresista en Catalunya" y se ha mostrado dispuesto a encabezarla.

Otro actor que presiona hacia este lado son los fieles comunes, que a través de su líder, Jéssica Albiach, también tratan de convencer a los republicanos para rememorar viejos tiempos y hacer un tripartito. "No haremos Gobierno con JxCat", decía ayer Albiach respondiendo a la oferta de Pere Aragonès de hacer un Govern "de vía amplia" con JxCat, su formación y la CUP.

Después de estas primeras conversaciones, el presidenciable socialista abrirá una ronda de contactos presenciales discretos en los próximos días.

26 de marzo: fecha límite

Los tempos parlamentarios para que todo esto empiece a coger forma ya se han activado. El próximo 12 de marzo se tiene que constituir el nuevo Parlament, de donde saldrán la nueva mesa y el nuevo president de la cámara. En los 10 días posteriores se iniciará una ronda de consultas con todos los grupos que tendrá como objetivo que los candidatos que quieran presentarse se lo comuniquen al president. Una vez este haya escogido uno según el consenso que encuentre, se celebrará el primer debate de investidura, que será, como muy tarde, el 26 de marzo.

El candidato necesitará mayoría absoluta; en caso contrario, se celebrará un segundo debate 48 horas después en el que bastará con mayoría simple. Si aun así no fructifica, arrancará un periodo de dos meses para encontrar presidente antes de pulsar el botón de la repetición electoral.