La reunión entre el president de la Generalitat, Salvador Illa, y el president en el exilio, Carles Puigdemont, este martes en Bruselas tiene que servir para enviar un mensaje sobre la necesidad del diálogo en democracia. Así lo ha asegurado Illa en una entrevista en Catalunya Ràdio en que ha explicado que el encuentro se celebrará a iniciativa suya, porque "ahora toca" hacerla y forma parte de las reuniones que ha mantenido con todos los presidents de la Generalitat que le han precedido.
La cita entre los dos presidentes ha sido una de las cuestiones más espinosas con que se ha encontrado el Govern Illa desde el inicio de la legislatura y una de las reclamaciones recurrentes de Junts, y este lunes el ejecutivo y el partido de Puigdemont han anunciado que se celebrará en la delegación de la Generalitat en la capital belga a las 16,15 de este martes.
"Ahora toca"
Al ser interrogado al respecto, Illa ha recordado que desde el primer momento dejó claro que se reunirían cuando fuera el momento y ha argumentado que "ahora toca" celebrar el encuentro para "enviar un mensaje que en democracia el diálogo es el motor primero". "Lo que pone en marcha el coche, el motor de arranque del coche en democracia es el diálogo", ha subrayado el president, que a lo largo de la entrevista se había referido a la tensión que existe en la política española para advertir que "la acidez del debate político, de la conversación en la política española, no pega con la realidad del país".
Sin embargo, ha evitado concretar si había hablado sobre esta cuestión con el presidente español, Pedro Sánchez. "He hablado con quien tenía que hablar de esta cuestión", se ha limitado a responder, aunque ha insistido en que se trata de una decisión que ha tomado él porque le corresponde a él. En cualquier caso, el encuentro de este martes se convierte en un movimiento en absoluto menor en un momento de máxima debilidad del gobierno de Pedro Sáchez en Madrid y después de que Junts ha exigido repetidamente al PSOE a cambio de sus votos en el Congreso un gesto de reconocimiento a Puigdemont con una reunión formal.
Respeto
Illa ha argumentado que se verá con Puigdemont al igual que se ha visto con el resto de presidents que lo han precedido, a los cuales, ha insistido, quiere mostrar su respeto más allá de las diferencias que les separan, porque "han intentado hacer lo mejor para Catalunya, cada uno desde su óptica."
El jefe del ejecutivo catalán ha asegurado que le hubiera gustado poder convocar la reunión con Puigdemont en el Saló Montserrat, la antesala a su despacho en el Palau de la Generalitat donde habitual recibe las visitas, y haberla celebrado "hace bastantes meses". En este sentido, ha insistido en reclamar la aplicación al líder de Junts de la amnistía, cuya constitucionalidad ha sido refrendada por el TC, y ha reiterado que la aprobación de esta medida ha sido para Catalunya "una decisión acertada y después de que se aprobó las cosas están mejor". "Ha sido una decisión difícil, de coraje, pero ha resultado positivamente. Es una buena decisión y cuanto antes se aplique con diligencia nos irá mucho mejor. Todos tenemos que poder desarrollar nuestra tarea política sin ninguna restricción", ha asegurado.
Financiación y privilegios de Madrid
En el capítulo de financiación, Illa ha asegurado que por primera vez desde 2014 en que caducó el actual modelo se ha producido un paso concreto hacia un nuevo sistema, con la propuesta acordada en la comisión bilateral Estado-Generalitat; ha insistido que trabajan para desplegarla y que pronto habrá noticias sobre la concreción de ese modelo "cuando esté suficientemente maduro", "en las próximas semanas o meses". "Me gustará que cuando las tengamos, tengamos todos el coraje y la valentía de intentar un consenso en Catalunya y trabajar para que se mejore la financiación de Catalunya", ha reclamado, en un mensaje a Junts, pero que también ha querido dirigir a "otras autonomías que se verán beneficiadas y que van diciendo que no, que no, que no".
En el caso de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, reprochó que "Madrid sí tiene privilegios como capital que es de España y tiene una singularidad"; ha asegurado que Catalunya no pide privilegios, sino un planeamiento "once contra once y el árbitro neutral", y ha reprochado que la capital española "está practicando una política fiscal insolidaria, que desplaza bases contributivas de otros territorios a Madrid y al tiempo que hace esto pide más recursos".