A solo dos meses de las elecciones municipales del 28 de mayo, Salvador Illa ha dado el pistoletazo de salida a la convención municipal del PSC poniendo el foco en la situación de sequía que sufre el país y el papel que tienen que jugar los ayuntamientos. Con todo, ha aprovechado para recordar al Govern que la votación de su primer decreto de sequía se salvó gracias a la abstención del resto de partidos, hecho que demuestra su compleja situación en el Parlament. En este contexto, el líder de la oposición ha deseado que esta falta de lluvias y agua que sufre Catalunya sirva para que el Gobierno haga un cambio de rumbo y "sea consciente de su debilidad parlamentaria, de sus apoyos", que se reduce a los 33 diputados de ERC en la cámara catalana.

"No puede ser que nos enteremos por los medios de comunicación de un nuevo decreto de los Mossos d'Esquadra, tampoco que se ponga el Govern al servicio de determinadas políticas", ha insistido Illa, en referencia al "pacto" entre el conseller Carles Campuzano y el candidato de ERC a la alcaldía de Santa Coloma de Gramenet, Gabriel Rufián, por una nueva residencia en el municipio si los republicanos son determinantes después de las elecciones. El líder del PSC también ha lamentado que semanas después del ciberataque que sufrió el Hospital Clínic, todavía no se conozcan todos los detalles. Por eso, ha concluido que "si con la sequía conseguimos que se reoriente el rumbo de la política catalana, nosotros alargamos la mano desde la alternativa".

 

El papel de los ayuntamientos: "No pueden pagar los platos rotos"

Uno de los puntos que más ha criticado el PSC del primer decreto de la sequía aprobado por el Govern era el papel que jugaban los ayuntamientos. Ahora, en esta inauguración de la convención municipalista ha rechazado que estas instituciones tengan que pagar los platos rotos, "tal como algunos pretendían" de la gestión del agua, y ha reiterado que es importante que se pase de la fiscalización a la colaboración con los consistorios. "Ahora ya hay poco margen, las cosas se tendrían que haber hecho en los últimos 10 años y especialmente en los últimos meses. Estamos a tiempo de hacer una política de colaboración y no de poner multas", ha reflexionado, poniendo el ejemplo de la última grave sequía que vivió Catalunya el año 2008, con un decreto, según Illa, repleto de inversiones, en lugar de sanciones. El próximo viernes, 31 de marzo, se celebra la cumbre del agua, convocada por el president Pere Aragonès.

Sobre las elecciones municipales del 28 de mayo, Illa ha asegurado que el "municipalismo" es un rasgo definitorio de su partido y el "ámbito por excelencia de la política útil", de la cual ha hecho bandera en los últimos meses, por ejemplo, con el acuerdo de los presupuestos. "La de escuchar a los ciudadanos, ir a los lugares de los hechos, hacerse presente para ver en directo y sin intermediarios que está pasando, una política para proponer soluciones y decidirlas," ha explicado, remarcando que el Govern no puede gobernar de espalda los ayuntamientos, cómo considera que se ha hecho ahora con la gestión de la sequía: "Se tienen que poner en marcha los ayuntamientos para poner en marcha Catalunya", ha resumido Illa, haciendo referencia a su lema de campaña. La convención que hoy ha inaugurado el primer secretario de la formación acaba el domingo con la asistencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El sábado, los socialistas catalanes harán entrega a Josep Borrell del premio a los valores europeos.