Fumata negra. El Govern y el PSC han celebrado este lunes una larga reunión de mañana y tarde con la intención de desencallar los presupuestos, pero el encuentro ha acabado sin ningún acuerdo definitivo. Fuentes de las dos partes han confirmado avances, pero impedimentos que hacen imposible, todavía, el entendimiento. Dos comunicados prácticamente idénticos aseguran que las conversaciones continuarán este martes con la intención de "cerrar los últimos flecos". El Govern tampoco llevará las cuentas en el Consell Executiu de este martes, una jugada que podría romper confianzas con el PSC, como han advertido en reiteradas ocasiones los de Salvador Illa.

El encuentro de hoy se ha repartido en dos partes, empezando a primera hora de la mañana. Desde las 9.00, y durante casi cuatro horas, las dos delegaciones se han reunido en el Palau de la Generalitat, antes de iniciar de nuevo la cumbre después de comer y hasta pasadas las 18.00. Por parte del ejecutivo, lo han encabezado la consellera de la Presidencia, Laura Vilagrà, y la consellera de Economía, Natàlia Mas; de los socialistas, la portavoz Alícia Romero, además de una nueva incorporación en la figura del diputado Jordi Terrades, que es secretario nacional de Territorio, Infraestructuras, Energía y Medio Ambiente a la Ejecutiva Nacional del PSC. A lo largo de la semana pasada, los equipos quedaron decapitados a solo Vilagrà y Romero, en medio de la incertidumbre por el acuerdo definitivo a causa de las diferencias.

Unas diferencias que pudieron salvarse gracias al movimiento de ERC con la B-40. El Cuarto Cinturón se había convertido en uno de los principales escollos que imposibilitaba el entendimiento, y la moción presentada por los socialistas al último pleno tenía que ser el termómetro definitivo. Finalmente, y asumiendo todas las contradicciones que representaba, los republicanos anunciaron que se acogerían al texto del PSC, que pedía "hacer efectivo, dentro del primer trimestre de 2023, el convenio de acuerdo y financiación que garantice la redacción del proyecto de la Ronda Nord", y urgía el Govern a coger "la ejecución de las obras". Una vez tragado el sapo, el mismo Pere Aragonès declaraba que ya no había obstáculos para llegar a un acuerdo, mientras que Salvador Illa instaba ambas partes a reunirse el lunes para acabar de aclarar los últimos puntos.

Las habituales ruedas de prensa de este lunes tampoco han servido para aclarar muchos detalles sobre la negociación que han impulsado Govern y PSC. En un hermetismo prácticamente total, ERC se ha limitado a asegurar que el acuerdo es "próximo". "Ya no hay escollos, se acaba de concretar aquellas cuestiones bien mínimas", había asegurado la portavoz, Marta Vilalta, y confiaba en incluso que el acuerdo se concretara este lunes. Por su parte, los socialistas han optado por enfriar las prisas y asegurar que faltaban resolver "flecos que no son menores", eso sí, con la disposición de reunirse "las horas que haga falta".