El mensaje que quería trasladar este martes Pedro Sánchez era claro: ha asumido que Junts per Catalunya no iba de farol cuando anunció su ruptura con el PSOE y ahora —un mes más tarde— gesticula para intentar reconducir la relación con los independentistas. Lo ha hecho anunciando el cumplimiento de una batería de acuerdos pendientes con el partido de Carles Puigdemont. Pero el presidente socialista va a tientas. Así lo admiten fuentes del Gobierno. “No sabemos si hay agua en la piscina”, señalan desde la sala de máquinas de la Moncloa, que aseguran que Sánchez ha hecho este movimiento de ficha sin asegurarse previamente que sería bien recibido por Junts.

El presidente del Gobierno ha comenzado el día con dos entrevistas en Rac1 y 2Cat y ha ido al grano. Ha "asumido" en primera persona los "incumplimientos y retrasos" que el PSOE arrastra con Junts y ha anunciado una lista de inminentes cumplimientos. A continuación, el Consejo de Ministros ha aprobado un decreto ley para facilitar y flexibilizar las inversiones financieramente sostenibles de las entidades locales y los ayuntamientos, así como ampliar el plazo para la digitalización de los procesos de facturación de las empresas, y se le ha devuelto a la Generalitat la gestión de la oferta pública de empleo, una competencia que ya estuvo en manos de Catalunya entre 2007 y 2013. La semana que viene, el ejecutivo aprobará la creación de una partida que ayude a los propietarios ante los impagos por parte de jóvenes o familias vulnerables. Sánchez también se ha comprometido a publicar las balanzas fiscales y ha reivindicado que la ley contra la multirreincidencia registrada por Junts ya encara su fase final en el Congreso.

Sin rastro de avances, sin embargo, en las carpetas más importantes: aplicación total de la ley de amnistía, delegación de las competencias en inmigración y oficialidad del catalán en la Unión Europea. Fuentes del Gobierno justifican que este martes “lo importante no eran las medidas, sino el mensaje”. Y el mensaje era trasladar la voluntad de entrar en una “segunda parte de la legislatura”.

Un mensaje de acercamiento contrapuesto a la beligerancia de Feijóo con Junts

En privado, el equipo de Sánchez también contrapone su propuesta de acercamiento —el presidente del Gobierno solo ha dedicado halagos y buenas palabras para los independentistas— con el mensaje de “desprecio” de Alberto Núñez Feijóo de los últimos días. El líder del PP instó al empresariado catalán a convencer al partido de Puigdemont de sumarse a una moción de censura y después, entre miles de españolistas, pronunció un duro discurso en el que reñía a Junts y PNV por haberse aliado con Sánchez. “Hay que preguntarles hasta dónde llegarán tragándose la corrupción socialista”, remataba al día siguiente el secretario general de los populares, Miguel Tellado.

Junts critica los “esprints de última hora”: “Somos de mantener la posición”

La primera reacción pública de Junts al movimiento de ficha de Sánchez ha tenido que esperar unas horas. Ha sido a primera hora de la tarde, en sesión de control al Gobierno en el Senado, cuando Eduard Pujol ha aprovechado su pregunta al ministro Félix Bolaños para pronunciarse sobre el tema del día. “En Junts somos de mantener la posición porque las carreras de fondo son mucho más apasionantes que los esprints de última hora”, ha señalado. La respuesta más desgranada al presidente español llegará, sin embargo, este miércoles a las nueve de la mañana. La portavoz de Junts en el Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras, ofrecerá una rueda de prensa en la sede del partido, en Barcelona.

 

“Ahora no es el momento” de reunirse con Puigdemont

Hasta ahora, Sánchez se había desentendido de la ruptura con Junts. Había hecho como si nada enmarcándolo todo en un mero gesto. Este martes, sin embargo, después de que fuentes de la sala de máquinas de Ferraz confirmaran que los independentistas ya no les cogen el teléfono, ha dado un volantazo a su estrategia y les ha ofrecido su "mano tendida y voluntad de negociación". "No niego la gravedad de la crisis con Junts", ha admitido. "Ha sido un actor protagonista de muchos avances", ha señalado.

También ha sido preguntado por la situación personal de Carles Puigdemont. Ha reconocido que la "normalización" plena no se producirá hasta que no pueda volver a Catalunya. Es decir, cuando el Tribunal Supremo se digne a aplicar la ley de amnistía. A pesar de mantener la puerta abierta a una llamada o una reunión en Bruselas con él, ha opinado que ahora "no es el momento", teniendo en cuenta la fragilidad de las relaciones entre socialistas y juntaires.

Financiación singular para Catalunya y presupuestos españoles

Sánchez también se ha comprometido a cumplir el gran acuerdo pendiente con Esquerra Republicana, la financiación singular para Catalunya que el Gobierno español pretende reciclar en un nuevo modelo de 'singularidades' para todas las autonomías. El presidente socialista ha añadido que hay "una complejidad técnica" para conseguir que Catalunya recaude sus propios impuestos. "Pero es un compromiso adquirido con ERC y hay que cumplirlo", ha asegurado.

Que haya avances notables en la financiación singular para Catalunya es una de las exigencias de ERC para dar apoyo a los presupuestos de los gobiernos de la Generalitat y del Estado. Junts, por su parte, da por hecho que no podrá apoyarlos mientras las relaciones con el PSOE estén rotas, sobre todo en un contexto de desinversión crónica en Catalunya, con las balanzas fiscales sin publicar y tantos acuerdos pendientes de cumplir. A pesar de todo, el presidente del Gobierno ha asegurado que presentará las próximas cuentas estatales. "No renunciaremos" a intentar aprobarlas, ha manifestado, además de reivindicar su intención de agotar la legislatura hasta 2027.