El Consejo de Ministros ha aprobado este martes en su reunión habitual de los martes el anteproyecto de ley para tipificar la violencia vicaria como un delito específico. Se trata de una de las formas más crueles de la violencia machista. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha explicado en rueda de prensa que en los últimos 12 años se han asesinado en el Estado a 65 niños con el objetivo de matar en vida a sus madres. La iniciativa impulsada por el Gobierno es definir dentro del Código Penal como “vicaria” aquella “violencia ejercida sobre la mujer por parte de la pareja o expareja a través de persona interpuesta”. Y estas personas interpuestas son “menores, descendientes, mayores con discapacidad sometidos a la patria potestad, ascendientes, hermanos o pareja actual”.
El anteproyecto de ley orgánica tipifica la violencia vicaria como delito autónomo con agravante de género y contempla penas de hasta tres años de prisión. Redondo, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, ha explicado que el objetivo de la medida “pionera” es “dar respuesta a todas las víctimas y sus familiares”. Se pretende, ha insistido, "visibilizar, reconocer, prevenir, sancionar y erradicar” este tipo de violencia. Y para ello se modifican varias normas: la Ley orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género, el Código Penal, el Código Civil, la Ley orgánica del Poder Judicial, la Ley orgánica de Protección Jurídica del Menor y de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
La ley, tal y como ha expuesto la ministra socialista durante su comparecencia ante los medios, también tiene como finalidad cumplir las medidas del Pacto de Estado contra la Violencia de Género y avanzar en el reconocimiento de la protección de las personas mayores de edad con discapacidad que se encuentran en relación de dependencia respecto a la víctima.
La norma tipifica la violencia vicaria en el Código Penal y para ello se incorpora un nuevo artículo 173 bis, como un delito contra la integridad moral y que contempla una pena de prisión de seis meses a tres años. Esta modificación convierte la violencia vicaria en un delito autónomo con agravante de género y sanciones acumuladas. En esta misma línea, la ministra ha apuntado que también se incorporan penas accesorias como la prohibición de portar armas por un tiempo definido de entre tres y cinco años.
Mención al libro del caso Bretón
La ley también incorpora una nueva pena que consiste en la prohibición de publicar o difundir mensajes, textos, imágenes u otros contenidos que tengan relación directa con el delito cometido. La ministra se ha referido explícitamente al libro El odio, del escritor Luisgé Martín sobre el caso de José Bretón, asesino de Ruth y José, los hijos de Ruth Ortiz.