La exhumación de José Antonio Primo de Rivera ya tiene licencia. Se trata de una licencia de obra menor concedida por el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial, según ha avanzado este sábado El Periódico. También se ha sabido que es el Gobierno a quien decidirá, no la familia. Lo que todavía falta para saber es la fecha de los trabajos, aunque las fuentes consultadas han apuntado que la voluntad es que el traslado se produzca antes de marzo. Como ya pasó con la exhumación del dictador Francisco Franco, las instituciones vinculadas al procedimiento intentan guardar un escrupuloso silencio oficial.

🟡 La ley de memoria democrática española 2022: trampas y ambigüidad

Una vez se aprobó la ley de memoria democrática, la familia de Primo de Rivera se adelantó en el ejecutivo estatal y solicitó exhumar los restos de José Antonio. Fue el 10 de octubre cuando los descendientes del político fascista enviaron una petición al abad del ahora llamado Valle de Cuelgamuros y a la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid. Una vez se conoció la noticia, el Gobierno agradeció que la familia quisiera exhumarlo. Quien mostró su rechazo total al traslado fue la Falange.

El destino de los restos de Primo de Rivera

La familia tenía la intención de depositar los restos en un lugar|sitio escogido por ellos mismos, pero será La Moncloa a quien decida sobre la exhumación. Concretamente, Patrimonio Nacional — que depende de Presidencia y que es propietario del recinto del Valle de Cuelgamuros. Es decir, que el trámite de los familiares ante la Comunidad de Madrid ha sido fútil. Además, la ley general de salud establece que son propietarios de unos restos humanos el cónyuge o pareja civil, los ascendientes, descendientes o parientes laterales hasta el segundo grado, por este orden. José Antonio Primo de Rivera murió sin hijos y el actual líder de la familia, Fernando, es un sobrino nieto. Se trata de un parentesco que lo deja fuera de la línea de disposición, porque está en la cuarta cala de relaciones familiar.

Si bien la decisión es del Gobierno, nada indica que el ejecutivo estatal no pueda seguir los deseos de la familia. Es por eso que el destino probable de los restos de José Antonio es el madrileño y monumental Cementerio Sacramental de San Isidro, donde está enterrada su hermana Pilar y donde los Primo de Rivera tienen varias tumbas. Sea como sea, ambas partes todavía tienen que tener una conversación final. Sobre todo si tenemos en cuenta que en La Moncloa están preocupados para que el nuevo lugar de entierro se convierta en un destino de peregrinación para la extrema derecha — como ya pasó con Franco.