La Junta Electoral Central (JEC) ha metido al Parlamento Europeo en un lío del cual puede acabar saliendo trasquiladura. Y ya sería la segunda vez. La JEC ha comunicado esta semana a la Eurocámara que los diputados Carles Puigdemont, Toni Comín, Clara Ponsatí y Jordi Solé, que hace tres años que ocupan sus escaños, no disponen de las preceptivas credenciales como parlamentarios porque no se han presentado en el Congreso a jurar la Constitución. En cambio el Parlamento Europeo sí los ha reconocido como tales, porque el TJUE así lo estableció en diciembre del 2019, cuando en respuesta a una cuestión prejudicial del Supremo, sentenció que Oriol Junqueras tenía la inmunidad como eurodiputado desde el mismo momento en que se proclamaron los resultados electorales.

Después de los comicios de mayo del 2019, el entonces presidente del Parlamento y miembro del Partido Popular Europeo, Antonio Tajani, cerró el paso a Puigdemont y Comín en la Eurocámara con el argumento de que no figuraban en el listado de diputados que les había hecho llegar la JEC. La razón era que los dos eurodiputados, contra los cuales hay orden de busca y captura en el Estado español, no se habían presentado en el Congreso a jurar la Constitución. No obstante, seis meses más tarde, como consecuencia de la sentencia del TJUE en relación a la inmunidad de Junqueras, el nuevo presidente, el socialista David Sassoli, les abrió la puerta del hemiciclo y tomaron posesión de sus escaños.

Pacífico entre las partes

Además, después de que el TJUE dejó claro en diciembre del 2019 que Junqueras disponía de la inmunidad como diputado desde el momento en que se proclamaron los resultados, una nueva sentencia del Tribunal General, de julio de este año, insistía que Puigdemont y Comín "adquirieron la condición de diputados europeos" desde que se proclamaron los resultados y que, además, "este punto ya es pacífico entre las partes", es decir, que el Estado español ya había aceptado que esto era así y no había actuado en contra.

No obstante, la comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo, que preside un eurodiputado de Ciudadanos, volvió a reabrir este debate antes del verano. Aprovechando un trámite burocrático de verificación de credenciales, comunicó al Parlamento que no podía verificar las credenciales de los cuatro eurodiputados independentistas porque la JEC todavía no ha enviado esta documentación. La presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, volvió a reclamar a la Junta Electoral las credenciales de eurodiputados y lo que ha hecho la JEC esta semana es responder negando de nuevo que Puigdemont i Comín, así como Ponsatí y Solé, que se incorporaron posteriormente, hayan formalizado este trámite.

Escaños vacantes

La JEC insiste en que, dado que los cuatro diputados no han acudido al Congreso a acatar la Constitución, no han adquirido "la condición plena" de eurodiputados y que sus escaños tienen que quedar vacantes temporalmente hasta que cumplan este requisito, "con la consecuente suspensión de sus derechos y prerrogativas".

El órgano electoral español, además, no se limita a penetrar en solitario en esta espinosa zarza. Recuerda que su exigencia responde a aquello que dispone la legislación española pero que, además, cada vez que los afectados lo han impugnado, el Tribunal Supremo ha dado la razón a la JEC. De hecho, en el escrito que ha hecho llegado a Metsola, se reprocha que la presidencia del Parlamento, con David Sassoli al frente reconoció a los eurodiputados afectados "sin escuchar la JEC y contra el criterio establecido por esta y confirmada por el Supremo". No solo eso, también envía un aviso a Metsola apelando al "principio de cooperación leal", que exige un respeto mutuo en "el cumplimiento de les misiones derivadas de los tratados" entre la UE i los estados miembros.

La presidenta del Europarlamento tendrá que decidir ahora si mueve ficha. Si no lo hace, representará una nueva desautorización a la Junta Electoral española, pero si responde a la exigencia que le plantea este órgano, volverá a reabrir un melón que hace casi tres años que se dio por superado y que el propio Estado español había asumido después que el tribunal de Luxemburgo se pronunció con claridad. 

Citas en el TGUE

Además, todo ello se tendrá que ventilar pocos días antes que el 25 de noviembre el Tribunal General de la UE celebre la vista del recurso que presentaron Puigdemont, Comín y Ponsatí ante la decisión del Parlamento Europeo del mes de marzo del año pasado de retirarles la inmunidad. Además, en este recurso, los tres eurodiputados denuncian irregularidades en el proceso del suplicatorio, que quedó en manos de la Comisión de Asuntos Jurídicos, que preside Cs, la misma que ahora ha reabierto la reclamación de las credenciales.

El día antes, 24 de noviembre, el tribunal tendrá que ver una demanda de protección de la inmunidad de Puigemont y Comín que los dos eurodiputados presentaron antes de que la sentencia sobre Junqueras les abriera la puerta en la Eurocámara.

Además, los eurodiputados siguen pendientes de la sentencia en el Tribunal de Justicia de la UE sobre las cuestiones prejudiciales que el juez Pablo Llarena presentó en relación a la decisión de Bélgica de rechazar la extradición de Lluís Puig. A mediados de julio el abogado general apoyó a los argumentos del juez instructor.