Hasta que no se celebre el congreso que tiene que ser una refundación de Ciudadanos, el partido de Inés Arrimadas sigue siendo protagonista por sus guerras internas entre la política catalana y el resto de miembros de la formación que creen que su margen de tiempo se ha agotado sin ni siquiera haberse presentado como candidata a unas elecciones generales: llegó después de la derrota de Rivera y todo apunta que no será cabeza de lista en las próximas elecciones de finales (si no hay ningún cambio) del 2023. El último que la ha desautorizado como presidenta del partido en los últimos días ha sido Edmundo Bal, su compañero en el Congreso de los Diputados que ya ha anunciado que se presentará para convertirse en el líder de los naranjas en este congreso del mes de enero. Hasta ahora, solo había anunciado su intención, pero no había explicado lo que para muchos es un ataque por la espalda a Arrimadas. Esta mañana, Bal ha roto su silencio en una entrevista a La 1.

En esta, ha explicado que hace tiempo que pensaba su decisión y que ya había comunicado "claramente" en los órganos de la formación que su opinión es clara: No puede reformular el partido quien viene de liderar el partido. Por lo tanto, creo que Inés tiene que dar un paso al lado", ha detallado, aunque ha intentado maquillarlo, asegurando que Arrimadas tiene que seguir formando parte de Ciudadanos, ya que es "un valor político muy importante", pero no como líder. Bal asegura que el partido, que está en horas muy bajas y rozando la desaparición en buena parte de las encuestas, no puede esperar a refundarse cuando toque hacer las primarias para las elecciones generales, sino que eso tiene que llegar antes para lindar con más energía las elecciones municipales de mayo del 2023, en el que Ciudadanos tiene muy en juego: hoy está presente en buena parte de ayuntamientos del estado, pero no parece que se pueda mantener en la mayoría.

Villacís lo dará todo contra Bal

Según ha detallado Bal, él y Arrimadas tienen una reunión pendiente, tal como le ha dicho su todavía presidenta en las últimas horas. El portavoz ha recordado que Arrimadas también ha de expliar su visión de los hechos este mismo lunes en una rueda de prensa, después de la cual le llamará para reunirse. Tanto si la catalana da este paso al lado que le reclama el suyo hasta ahora amigo como si se presenta, Bal chocará con otra candidatura. Esta todavía no es seguro que esté encabezada por Begoña Villacís, la líder de Cs en Madrid, pero sí que tendrá su apoyo. Su relación no es buena y quiere evitar que este abogado del estado sea el posible candidato en unas elecciones generales. Los precedentes dan la razón a Villacís: cuando Bal se presentó a la Comunidad de Madrid se dejó por el camino una veintena de diputados y perdió toda la representación en esta región. Un fracaso electoral que parece que quiere olvidar, pero que está grabado a fuego en la memoria de la vicealcaldesa de la capital española. La relación de Arrimadas y Villacís, muy amigas, estaba pasando por un momento extraño en esta crisis, pero las dos se podrían volver a unir en contra de este candidato.