La embajada española en el Reino Unido monitorizó el año pasado a la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, con una visible preocupación por las relaciones entre Escocia y Catalunya. Un representante de la embajada siguió una conferencia política del SNP en Glasgow, con especial mención al homenaje que se hizo a la consellera Clara Ponsatí, y a la presencia posterior del vicepresidente Pere Aragonès en otro evento, e hizo un informe para el ministerio de Asuntos Exteriores, que lleva por fecha el 15 de octubre del 2018.

El cable diplomático es uno de los documentos que aportó el ministerio de Asuntos Exteriores en la causa judicial para intentar cerrar las delegaciones del Govern en Alemania, Suiza y el Reino Unido, a los cuales ha tenido acceso El Nacional. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha tumbado recientemente esta ofensiva jurídica.

WhatsApp Image 2019 08 02 at 17.10.20

La nota pone especial acento en Ponsatí, porque estaba pendiente de discusión la euroorden del juez Pablo Llarena, finalmente retirada. "Por lo que respecta a las relaciones entre el SNP y los independentistas de Catalunya, así como a la Conferencia de Primavera, la política catalana Clara Ponsatí (entonces objeto de una Orden Europea de Detención y Entrega) fue presente e incluso subió en el estrado. En esta ocasión [en otra conferencia en octubre] el invitado fue el vicepresident de la Generalitat, Pere Aragonès, que, si bien no intervino en el plenario, sí que lo hizo en uno de los acontecimientos al margen (fringe events) el 8 de octubre. En el curso del acto, intervino para dar apoyo a la celebración de un segundo referéndum escocés. También hizo declaraciones a la prensa, en particular en el diario nacionalista The National Scot". Cita en este sentido que, según Aragonès, la delegación del Govern en el Reino Unido tiene contactos con todos los partidos británicos y con Westminster a través de la Asociación pro-catalana.

El cable también repasa el discurso que tiene la presidenta de Escocia sobre la independencia, y apunta que es independentista pero que introduce "dosis de pragmatismo". "Del discurso de clausura [en la conferencia del SNP de octubre] sobresalen dos mensajes: Escocia sigue necesitando la independencia como corolario del sistema de devolution, con la justificación añadida del trato que han recibido por parte de Westminster durante las negociaciones del Brexit, en las que los intereses de la región (sic) no han sido tenidos en cuenta. Pero al mismo tiempo Sturgeon ha llamado a la calma y a la paciencia así como al pragmatismo para integrar a los sectores opuestos en la independencia", señala.

Analiza especialmente la posición escocesa contraria al Brexit, en el sentido de que será uno de los nuevos argumentos para los independentistas.