Aunque el caso de la heladería del barrio de Gràcia en Barcelona ha sido el más mediático, no ha sido la única denuncia por un ataque a la lengua que se ha vivido este verano en Catalunya. A la vuelta de vacaciones, la portavoz del Govern, Sílvia Paneque, pasó de puntillas por encima de este conflicto y lamentó que se hubieran hecho pintadas y adhesivos en los cristales de la tienda. Ante este hecho, la CUP ha criticado la respuesta de Paneque y en un comunicado, su diputada, Pilar Castillejo, lamenta que "ahora mismo es la gente organizada quien está garantizando nuestros derechos lingüísticos y no una administración que mira hacia otro lado". Por todo ello, los anticapitalistas han preguntado por escrito al conseller de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, "dado el incumplimiento del código de consumo y la discriminación catalanófoba de que fue víctima una vecina mientras compraba helados", si el Govern "ha pensado en ejercer, a través de sus servicios jurídicos, la acción popular" en este caso.
La CUP también reclama al conseller si piensa personarse "en el proceso de discriminación lingüística que se ejercerá desde las organizaciones de la sociedad civil, o si piensa dejarlas sola en la defensa de los derechos lingüísticos". Cuando , semanas atrás, se generó una gran polémica por el gag catalanófobo de una compañía teatral en un acto oficial del Ajuntament, los cupaires también pidieron al Govern medidas legales contra el espectáculo por delito de odio. El conseller condenó los hechos, lamentó el grave ataque a la lengua, pero descartó emprender estas acciones legales. No es el único caso que enmienda la CUP, ya que también recuerdan la situación que se ha vivido en el Hospital de Granollers, donde un paciente denunció a través de las redes que una médico se había negado a atenderlo si no hablaba en castellano.
Aumentar la oferta de cursos
Por otro lado, desde la CUP, recuerdan que esta misma legislatura, el Pleno del Parlament aprobó, a petición de la formación, que los servicios jurídicos de la Generalitat pudieran ejercer la acción popular en los casos de vulneración de derechos lingüísticos, siempre que se cumplieran los requisitos establecidos por la normativa vigente. Aquella moción llevaba incluida también un aumento del 20% de la oferta de cursos de catalán para trabajadoras del ámbito de la empresa y el comercio, con el asesoramiento y certificación del Consorci per a la Normalització Lingüística, garantizando que estos se pudieran hacer dentro del horario laboral y sin ningún tipo de contraprestación por parte de las trabajadoras. La CUP lamenta que, hoy por hoy, no haya ninguna propuesta para su aplicación y pregunta al Ejecutivo del PSC si piensa aplicar este plan. Uno de los pocos datos positivos de la Encuesta de Usos Lingüísticos de la Población hecha pública este invierno era que había una gran cantidad de personas que querían aprender la lengua y que los cursos del CNL no daba abasto, por eso desde las entidades que trabajan por el catalán se pone el foco en garantizar el aprendizaje de aquellas personas que llegan al país.