Las diferencias entre JxCat y ERC han estallado esta mañana con toda su contundencia. La voluntad de JxCat de dejar a Carles Puigdemont al margen de la suspensión temporal de los diputados que reclama el juez Llarena, ha provocado el episodio de mayor tensión que viven los dos grupos desde que el ejecutivo de Quim Torra está en marcha. Los reproches y acusaciones entre los dos grupos han ido creciendo en intensidad a lo largo de la mañana y, a primera hora de la tarde, se han acabado ventilando desde la sala de prensa. Desde JxCat se ha llegado a acusar a los republicanos de querer "obsesivamente" apartar a Puigdemont, mientras que ERC ha acusado públicamente a JxCat de mentir.

JxCat argumenta que había un acuerdo adoptado el martes "al máximo nivel" que limitaba la suspensión temporal a los dos días de este pleno y, en función del cual Puigdemont quedaba al margen. Aseguran que el pacto lo cerraron el vicepresident, Pere Aragonès, i la consellera Elsa Artadi.

Según estas fuentes, esta mañana el presidente de la Cámara, Roger Torrent, ha puesto encima de la mesa una propuesta que no recoge ni la limitación de la suspensión temporal a los dos días que quedan de pleno, ni una diferenciación de la situación de presos y exiliados, tal como se pactó. Y además reprochan que Torrent ha aprovechado el receso de la reunión de la Mesa para pactar la propuesta con el PSC sin comunicarlo a JxCat.

Los republicanos lo niegan, aseguran que hasta esta mañana todavía no se había concretado la propuesta. Y señalan la diferencia del voto de JxCat en la Mesa para asegurar que la discrepancia está, de hecho, dentro del mismo grupo de Puigdemont. Desde JxCat se atribuye la diferencia de voto al desconcierto que ha provocado el cambio de la propuesta en el último momento.

Torra y Aragonès se han reunido esta misma mañana para abordar la situación en el despacho del president en la Cámara catalana. Fuentes del Govern afirman que se ha intentado recuperar el acuerdo, pero fuentes de Vicepresidència insisten en que no había ningún acuerdo previo a recuperar.

Las idas y venidas de los responsables de los grupos y de los mismos Torra, Aragonès y Torrent, con constantes reuniones con los respectivos grupos parlamentarios ha sido constante a lo largo de toda la mañana y se ha convertido en la imagen más visible de la división.

Los diputados más próximos a Puigdemont hablan de "chantaje político" y acusan a Esquerra de jugar a una estrategia de reparto de papeles entre Torrent y Aragonès en que uno asume un papel más duro y el otro el más conciliador cuando, en el fondo, aseguran, lo que persiguen los republicanos es "apartar a Puigdemont".

Los republicanos se cogen, sin embargo, a la división del voto entre los dos miembros de JxCat en la Mesa, Josep Costa y Eusebi Campdepadrós, para ilustrar que la falta de entendimiento es dentro del grupo. JxCat asegura, sin embargo, que la división del voto obedece a una estrategia que han solicitado las defensas de los políticos presos que JxCat ha aceptado porque no afectaba al resultado de la votación.

Las acusaciones se han acabado ventilando en la sala de prensa del Parlament. Los diputados de JxCat Albert Batet, Eduard Pujol y Gemma Geis han salido a acusar públicamente a Torrent de saltarse el acuerdo que habían cerrado, para pactar a continuación con el PSC.

En nombre de ERC, Sabrià ha replicado desde el mismo micrófono, visiblemente irritado, y ha acusado desde la sala de prensa del Parlament a JxCat de mentir y de querer tapar sus diferencias internas responsabilizando a Esquerra. "Lo que acaba de pasar es gravísimo", ha asegurado Sabrià señalando los reproches de JxCat.

"Hoy se han roto claramente confianzas y nosotros lucharemos para coserlas otra vez. Lucharemos para resolver estas diferencias que se han producido en el ámbito parlamentario", ha asegurado Sabrià.