Reforma de calado del Reglamento del Congreso de los Diputados. Es la norma que regula el funcionamiento, los procesos y la organización de la Cámara Baja y los partidos que permitieron la investidura de Pedro Sánchez lo han modificado de arriba abajo con tres objetivos: escribirlo en lenguaje inclusivo evitando el uso del masculino genérico, introduciendo la posibilidad de expulsar a los agitadores ultra que boicoteen las ruedas de prensa y ampliar las previsiones para usar el voto telemático. Ambos textos han recibido luz verde con 177 votos a favor y 171 en contra con el aval del PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, el PNV, Podemos y el BNG y el rechazo del PP, Vox y UPN.
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📝 PP y Vox se quedan solos intentando frenar la reforma para poder expulsar a los agitadores ultras del Congreso
📝 Los periodistas del Congreso se plantan para protestar contra el boicot de agitadores ultras a ruedas de prensa
La reescritura del Reglamento con lenguaje inclusivo
Por otro lado, la propuesta de reescribir el Reglamento con lenguaje inclusivo fue registrada por el PSOE y Sumar en marzo de 2024, cumpliendo un compromiso que quedó negro sobre blanco en septiembre de 2023 en la modificación que permitió el uso del catalán, el vasco y el gallego. Pero había estado hasta ahora en un cajón. “El lenguaje sexista es una fuente para perpetuar estereotipos y desigualdades de género. Se busca eliminar expresiones o estructuras lingüísticas que excluyan o invisibilicen a ciertos grupos, como son en este caso las mujeres. El uso del masculino genérico en cualquier tipo de texto las coloca en una posición de insignificancia”, argumenta la exposición de motivos de la iniciativa, que alega que la “transformación del lenguaje” incide directamente en el “avance hacia una sociedad más justa e igualitaria”.
Fundamentalmente, la reforma evita el uso del masculino a lo largo de todo su texto. Por ejemplo, se habla de “diputados y diputadas” o de “miembros de la Cámara” para evitar las referencias únicamente a los “diputados”. Asimismo, se menciona “el presidente o la presidenta del Congreso”, “la secretaria o secretario general”, “los letrados y letradas”, “el o la portavoz del grupo” o “candidatos y candidatas”. Incluso se habla del Rey y la Reina. En otros momentos, los cargos evitan el masculino para aparecer en la forma genérica: se alude a la presidencia, la vicepresidencia y la secretaría. Donde ponía “nombrará en su seno uno o varios ponentes” ahora pone “nombrará en su sueno una ponencia integrada por una o varias personas” y donde aparecía “correspondiendo a uno de los proponentes o a un diputado del grupo autor de la iniciativa” ahora aparece “correspondiendo a una de las personas proponentes o a un integrante del grupo autor”.
De “Congreso de los Diputados” a “Congreso”
El cambio que ha llamado más la atención es que en lugar de hablar del “Congreso de los Diputados” se habla a secas del “Congreso”. Algunos ejemplos: “Celebradas elecciones generales al Congreso”, “el presidente declarará constituido el Congreso”, “en los casos de disolución o expiración del mandato del Congreso”, “serán publicaciones oficiales del Congreso” o “la iniciativa legislativa ante el Congreso”. Sin embargo, esta modificación no implica el cambio oficial del nombre de la Cámara Baja, que queda establecido en el artículo 66 de la Constitución: “Las Cortes Generales representan al pueblo español y están formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado”. Para modificarlo, habría que hacer una reforma calificada, que exige una mayoría cualificada: primero debería aprobarse por tres quintas partes en las dos cámaras y, si lo pidiera una décima parte de los diputados o senadores, también habría que convocar un referéndum para avalarlo.
Medidas para poder expulsar a los agitadores ultra que boicoteen las ruedas de prensa
Una de las grandes novedades que incorpora el nuevo Reglamento del Congreso, fruto de una iniciativa que impulsaron inicialmente todos los grupos parlamentarios excepto el PP y Vox, es la introducción por primera vez de unas reglas para que los periodistas “puedan desarrollar su trabajo en función de criterios deontológicos y de respeto”. El objetivo del texto es establecer unas “normas de convivencia” y “garantizar la labor de los profesionales de la información”. Es una reclamación largamente reivindicada por los periodistas frente a una tendencia en alza en la Carrera de San Jerónimo: que agitadores ultras accedan al Congreso acreditados como periodistas y se dediquen a boicotear las ruedas de prensa y a dificultar el trabajo de los profesionales de la información.
“Diferentes colectivos de periodistas hemos solicitado que el Congreso adopte las medidas necesarias para evitar comportamientos inaceptables en el ejercicio del periodismo que nos impiden desarrollar nuestro trabajo con normalidad sin que ello conlleve, en absoluto, limitar, restringir o menoscabar el derecho de los profesionales de la comunicación a obtener y difundir información veraz para la ciudadanía”, defendió hace quince días la Asociación de Periodistas Parlamentarios en un comunicado. “Los periodistas que trabajamos en el Congreso sufrimos descalificaciones, insultos y señalamientos por parte de personas acreditadas que trabajan al lado de nosotros y no respetan unas elementales normas de convivencia”, había denunciado hace cinco meses.
En marcha el derecho a informar con normalidad en el Congreso de los Diputados. Comunicado de la APP. pic.twitter.com/jA68iDvkXi
— APP (@APP_Cortes) July 8, 2025
Ahora, la reforma contempla un régimen de infracciones y sanciones para poner freno a estos comportamientos.
- Como infracciones graves, la “grabación de imágenes o audios sin la autorización de la Cámara o fuera de los espacios habilitados”, el “acceso a espacios reservados, como despachos o zonas de reunión”, “interrumpir la orden de las ruedas de prensa u otros encuentros de los miembros de la Cámara con los representantes de los medios de comunicación” y la “publicación en medios y redes sociales de imágenes obtenidas en contra de la normativa aplicable”.
- Como infracciones muy graves, está la “falta de respeto o a las reglas de cortesía enfrente de otras personas en el seno del recinto parlamentario y zonas de acceso a este” o “proferir insultos, descalificaciones o atentar contra la dignidad de otras personas”.
Las infracciones graves se sancionarán con una suspensión de la credencial de entre diez días y tres meses y las infracciones muy graves, con una suspensión de la credencial de entre tres meses y cinco años o con la revocación definitiva de la credencial.
Más supuestos para el voto telemático: adopción, reproducción asistida y cura o defunción de familiares
Finalmente, el Reglamento amplía los supuestos en los que un diputado puede solicitar el voto telemático. Hasta ahora, solo estaba previsto para embarazo, maternidad, paternidad o enfermedad del propio diputado y para citas internacionales en el extranjero. ¿Qué se añade ahora?
- Adopción o guarda con fines de adopción o acogida.
- Tratamientos de reproducción asistida.
- Motivos de salud o accidente de familiares hasta el segundo grado o de personas dependientes.
- Cura del cónyuge, pareja de hecho, familiares hasta el segundo grado o personas dependientes.
- Defunción del cónyuge, pareja de hecho o familiares hasta el segundo grado.
- Actos o eventos de carácter internacional que sean en España.
En sus enmiendas, el PP quería limitarlo a una “enfermedad grave o muy grave” de un familiar de primer grado de consanguineidad y eliminar la previsión de atender a “otras personas dependientes”. Por su parte, Vox quería añadirlo en casos de matrimonio o registro de pareja de hecho o de mudanza del domicilio habitual.