El congreso para escoger sucesor en el Partido Popular será los días 20 y 21 de julio, según ha anunciado Mariano Rajoy durante la reunión de la Junta Directiva Nacional de este lunes. El presidente saliente ha insistido en que no piensa "señalar" a ningún "delfín ni sucesor", al creer que no tiene derecho para ello, ni piensa hacer ese "distingo". Eso abre la puerta a la batalla entre candidatos, entre los cuales ya suenan Alberto Núñez Feijóo, Soraya Sáenz de Santamaría o María Dolores de Cospedal, disputa que el propio Rajoy no ha descartado y que tendrán que dirimir los militantes del PP.

"Ninguna de las personas que podrían optar a la plaza necesitan mi apoyo, quien quiera ser presidente, lo puede ser sin muletas, ni más mérito que el suyo, ha expuesto el exdirigente de la formación popular, quien pilotará el partido sin interferir en el proceso de sucesión, hasta su culminación. "Respeto absoluto a vuestro proceso de decisión, no ejerceré una decisión que os corresponde a vosotros, no pienso señalar ni vetar, no quiero influir ni condicionar la que es vuestra decisión" ha vuelto, al considerar que es la militancia y los electores los que conferirán la "legitimidad" del futuro dirigente.

Eso marca la diferencia con el expresidente José María Aznar, quien sí escogió a Rajoy para su relevo en el 2008 en el congreso de Valencia. El hecho es que el presidente popular ha tenido palabras para Aznar este lunes, cuando ha proclamado que el partido debe mantener su "independencia y personalidad" y que "nadie de fuera" tiene que dictarle lo que hacer. El reproche llega después de que la semana anterior el presidente de FAES y expresidente de honor del PP se ofreciera a "reconstruir" el centroderecha. "Está desarticulado. Desde mi posición actual, y no desde ninguna otra, estaría encantado de participar en la reconstrucción" dijo Aznar.

Si bien, el presidente saliente ha expuesto los motivos de la decisión de no escoger sucesor. Primero, porque no cree tener ese "derecho". "La decisión última que tomé es la de marcharme y todos me respetastéis y creo que no tengo que tomar más decisiones sobre el futuro del PP" ha dicho. Segundo, ha abogado por un proceso abierto "de forma transparente y democrática, sin miedos ni recelos". "Estoy seguro de que estaréis a la altura de la situación" ha indicado. Tercero, ha considerado que en "todos" los militantes había encontrado una "lealtad inquebrantable" y a nadie podría distinguir "con una preferencia". "No estoy dispuesto" ha zanjado.

Rajoy se así va dejando libertad en los suyos para que presenten batalla, algo que sin embargo ha querido limitar en el tiempo, como él mismo ha reconocido, para que el PP no se convierta en una batalla campal. "He escogido el plazo mínimo que me confieren los estatutos" ha dicho. "No conviene prolongar en el tiempo este proceso que puede generar tensiones lógicas" ha repetido. Eso sí, ha abogado por que la competición sea "sana" y "natural". Aquí ha instado al futuro presidente del PP ha cerrar filas con los que le disputen la plaza. "Necesitará todas las manos, la energía, la experiencia. Gane quien gane, ganaremos todos", cerró.

El congreso se celebrará en Madrid. El plazo para presentar precandidaturas será el 20 de junio. El día 22 se convocará la campaña electoral interna, que comenzará a las 10h del 23 de junio, hasta las 24h del 4 de julio. El 5 de julio se votará candidato y compromisarios. Los compromisarios serán los encargados de elegir al líder. El comité organizador estará presidido por Luis de Grandes, vicepresidentas Alfonso Fernández Mañueco, Vicente Tirado, tesorera Carmen Navarro, vocales José Antonio Bermúdez de Castro, José María Rivas, entre otros representantes.