Juanma Moreno, presidente de Andalucía gracias al apoyo de un partido de ultraderecha, ha visitado hoy Catalunya. Y, ya que estaba, ha aprovechado para decir cosas. Por la boca. De todas ellas destaca una consistente en acusar a la Generalitat de "marginar a los andaluces residentes en Catalunya", que, por este motivo, la Junta de Andalucía "no permitirá que se pisen las tradiciones y se pisen y desprecien sus derechos".

Moreno se ha concentrado tanto para conseguir expresar él solito una idea tan compleja que no le ha quedado aire para poner ejemplos de marginación "de andaluces residentes en Catalunya", ni explicarnos la manera como se desprecian sus derechos y sus tradiciones. Pero no sufra que esto ya se lo está preparando muy fuerte y en breve nos deleitará con un argumento un poquito más elaboradito. ¡Seguro!

Naturalmente no pienso perder ni un segundo de mi vida contestando esta imbecilidad*, ni se lo pienso hacer perder a usted leyéndolo. Sólo faltaría tener que discutir con alguien que defiende que la Tierra es plana. Ahora bien, eso no quita que comentemos la traición del subconsciente sufrida por el señor Moreno.

*Imbecilidad: "Dificultad y gran lentitud para comprender las cosas". En este caso es aplicable al señor Moreno porque, efectivamente, manifiesta una gran dificultad y, sobre todo, lentitud en entender la realidad existente en Catalunya.

El señor Moreno, que gobierna gracias al apoyo de un partido de extrema derecha, xenófobo y ultranacionalista radical, habla "de andaluces residentes en Catalunya" y no de españoles de origen andaluz residentes en la que para él tendría que ser la muy española Catalunya. O sea, pone por delante la andalucisidad de los andaluces que viven en Catalunya a su españolidad, y eso es una gran contradicción para alguien como él, a quien se le suponía un nacionalista español radical. Por lo tanto, el señor Moreno tendría que hablar de españoles residentes en España, porque Andalucía es España y Catalunya todavía lo es más, ¿no? En España todos somos españoles y cuando nos movemos por la piel de toro nunca dejamos de serlo.

Ahora bien, si el señor Moreno considera que los españoles de origen andaluz residentes en esta Catalunya que es más española que Bertín Osborne, antes que españoles son andaluces, quiere decir que el señor Moreno es un nacionalista andaluz y no lo sabe. Y, claro, eso podría complicar el futuro político del señor Moreno porque un partido de ultraderecha como el que le da apoyo no puede permitirse gobernar con alguien como él.

Pero lo peor del señor Bonilla es que ha calificado "de andaluces residentes en Catalunya" a centenares de miles de personas que son catalanes de origen andaluz, que es una cosa muy diferente. Un catalán de origen andaluz es un concepto que quiere decir inclusión, pertenencia. Cuando uno es "residente" en un lugar quiere decir que no es de allí. Y eso es lo que el señor Bonilla les niega a los centenares de miles de catalanes de origen andaluz. O sea, Juan Manuel Moreno Bonilla discrimina a los andaluces que viven en Catalunya y les dice que son extranjeros en su propia patria. Terrible.