El Mercedes GLC eléctrico ya se deja ver sin camuflaje. Después de meses de pruebas y prototipos ocultos bajo vinilos, la marca de la estrella lo presentó en el Salón del Automóvil de Múnich. Y lo primero que llama la atención es su frontal, completamente distinto al del modelo de combustión. Más agresivo, más tecnológico y con un aire que recuerda a los coches de superlujo.
Los faros afilados marcan la diferencia. De serie integran la avanzada luz digital, capaz incluso de proyectar avisos en el asfalto. La parrilla central es enorme, rodeada por un marco cromado, pero lo realmente especial es que en realidad es un cristal ahumado. Y si eso no basta, se puede elegir una calandra opcional con 942 píxeles iluminados, bordes retroiluminados y animaciones. Algo que pocos rivales pueden presumir.
El frontal no es lo único innovador en este nuevo Mercedes GLC eléctrico
En la parte trasera también hay sorpresas. Los pilotos LED no tienen nada que ver con los de la versión térmica. Incluyen la estrella de tres puntas en su interior, como en el nuevo Mercedes CLA, y refuerzan esa sensación de coche futurista. Las manijas enrasadas en las puertas y la línea más baja del portón completan un diseño que, aunque mantiene proporciones similares al Mercedes GLC clásico, resulta mucho más moderno y deportivo.
El interior no se queda atrás. El protagonista absoluto es el MBUX Hyperscreen, un panel de 39,1 pulgadas que integra tres pantallas bajo un mismo cristal sin divisiones. Es una de las más grandes del mundo. El volante añade controles de rodillo y los paneles de las puertas han sido rediseñados, eliminando los clásicos botones de memoria de los asientos. Todo transmite una sensación tecnológica y minimalista.
El espacio es otro de sus puntos fuertes. Ofrece 570 litros de maletero trasero, ampliables a 1.740 litros con los asientos abatidos. Además, dispone de un maletero delantero de 128 litros, que se abre desde la pantalla o pulsando la estrella del frontal. La mayor distancia entre ejes, 80 mm más, también se traduce en más comodidad para las piernas y las cabezas.
Más de 700 km de autonomía
En el apartado técnico, el nuevo GLC se asienta sobre la plataforma MB.EA. Su motor eléctrico entrega 489 CV y 800 Nm de par, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos. La autonomía alcanza los 713 km y admite recargas ultrarrápidas de 330 kW, capaces de sumar 303 km en solo 10 minutos. Incluso recupera más del 99 % de la energía de los frenos. Opcionalmente, puede montar la suspensión neumática AIRMATIC y dirección trasera, heredadas de la Clase S.
La tecnología de seguridad también destaca. El coche ofrece conducción asistida de nivel 2+, con funciones en autopista hasta 95 km/h, junto a frenada de emergencia, mantenimiento de carril y lector de señales. El techo panorámico es de serie, pero existe la opción SKY CONTROL, que se oscurece o aclara con un botón. Todo apunta a que el Mercedes GLC eléctrico llegará a los concesionarios en la primavera de 2026, aunque de momento los precios siguen siendo un misterio.