Es de sobra conocido que en los últimos tiempos, fruto del nacimiento de las nuevas opciones de movilidad en los entornos urbanos, muchos fabricantes de la industria de automóviles están optando por poner en el mercado alternativas a los coches tradicionales.

Una de ellas es Citroën, una marca que sorprendió a muchos hace ya un tiempo cuando puso en el mercado su primer cuadriciclo eléctrico, un vehículo con el que no es necesario contar con el permiso de conducción para poder conducirlo y que está pensado para aquellos que quieren moverse de una forma más sostenible y segura por entornos urbanos.

No es otro que el Citroën AMI, un modelo que llamó mucho la atención por su diseño y por sus reducidas dimensiones que, si bien es cierto que en ningún caso puede comparar su cuota de mercado con la que tienen en cualquiera de los otros cinco en que está la venta en España así como cualquier coche, así que poco a poco va ganando peso entre aquellos conductores que buscar una alternativa al vehículo tradicional.

El Citroën AMI, una manera diferente de moverse por la ciudad

El hecho de que este modelo haya tenido y está teniendo tanto éxito en su particular segmento ha provocado que Stellantis, el gigante al cual forma parte Citroën, haya optado por replicar este modelo en otras marcas como es el caso del Opel o Fiat.

 

Tal y como podemos ver en quecochemecompro.com, uno de los andes argumentos a favor de este cuadriciclo eléctrico es su precio. Y es que el precio de partida de la versión más sencilla se queda por debajo de los 8000 €, una cantidad que no es baja pero que lo convierte en una opción muy interesante.

Con un motor de apenas ocho caballos de potencia de una batería que le permite tener 45 km de autonomía, son cifras que, teniendo en cuenta además que es un vehículo que tiene velocidad máxima de 45 km por uno, son ya más que suficientes para moverse de forma habitual por entornos urbanos. Además, otro gran argumento su favor es que su batería tarda tan solo 3 horas en cargarse en una toma de corriente convencional, por lo que evidentemente no es necesario tener ningún tipo de puesto de carga como ocurre en la inmensa mayoría de los eléctricos en España.