Los coches chinos han entrado en Europa con fuerza. Sus precios bajos y su equipamiento llamativo han seducido a muchos compradores. Pero no siempre la compra termina siendo tan buena como parece. La depreciación, los problemas con los recambios y la escasez de servicios oficiales han creado dudas razonables. Frente a ese panorama, aparece una opción distinta: el Hyundai i10, un modelo asequible, práctico y respaldado por una marca consolidada.

El i10 es un coche pequeño, pensado para la ciudad. Sus 3,67 metros de largo y 1,68 metros de ancho lo hacen muy fácil de aparcar. La batalla de 2,42 metros le da estabilidad en carretera, y su maletero sorprende. Con 252 litros mínimos y hasta 1.050 litros máximos, es uno de los urbanos más versátiles de su categoría. Compite contra rivales como el Fiat Panda o el Toyota Aygo X, pero su equilibrio lo convierte en una propuesta más completa.

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Hyundai i10

Casi 3.000 euros de rebaja en agosto para el Hyundai i10

El precio es clave. En catálogo arranca en 17.740 euros, aunque en la web oficial se anuncia desde 14.840 euros. Esa cifra lo coloca casi al nivel de los coches chinos más baratos, pero con un detalle muy importante: el respaldo de Hyundai. Comprar barato puede ser tentador, pero tener detrás una red sólida de talleres y repuestos marca la diferencia. A largo plazo, esa tranquilidad se traduce en ahorro real.

En cuanto a motor, el i10 no busca impresionar, pero cumple. Lleva un bloque de 1.0 litros, con 63 CV y 93 Nm de par máximo. Se asocia a una caja manual de cinco velocidades y ofrece tracción delantera. Acelera de 0 a 100 km/h en 15,6 segundos y alcanza 143 km/h. No es rápido, pero sí muy eficiente. Su consumo medio de 5 litros cada 100 km y las emisiones de 114 g/km de CO₂ lo hacen ideal para el día a día urbano.

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Hyundai i10

Sencillo, pero con un equipamiento muy completo

La gama ofrece tres acabados: Essence, Klass y N Line. Incluso el más básico llega con una lista sorprendente de equipamiento. Incluye pantalla táctil de 8 pulgadas, compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, Bluetooth, cámara trasera, control de crucero y limitador de velocidad. A esto se suman luces LED diurnas, elevalunas eléctricos y volante multifunción de cuero. Detalles que en muchos coches chinos parecen promesas, aquí son realidad de serie.

La seguridad es otro de sus puntos fuertes. De serie equipa múltiples airbags, sistema de frenada de emergencia con detección de peatones, asistente de arranque en pendiente, control de presión de neumáticos y sistema e-Call. También añade sensores de aparcamiento y asistente de carril. Es un coche de acceso que trata la seguridad como prioridad, algo que no siempre ocurre en rivales más baratos.