Hyundai ha confirmado el desarrollo de una nueva línea de vehículos eléctricos con autonomía extendida, cuya llegada está prevista para 2027. Esta estrategia apunta directamente a uno de los mayores frenos para la adopción del coche eléctrico en España: la ansiedad por la autonomía. Con esta nueva generación, la marca surcoreana plantea superar los 960 kilómetros de recorrido sin necesidad de recarga, un salto cualitativo que redefine el papel del vehículo eléctrico en trayectos largos y en zonas con infraestructura limitada.

La solución planteada por Hyundai no se basa únicamente en baterías de mayor capacidad, sino en un sistema de propulsión híbrido en serie. En este esquema, el motor térmico actúa exclusivamente como generador de electricidad, sin conexión mecánica con las ruedas. Su función es mantener la batería cargada cuando el nivel energético cae por debajo de cierto umbral, permitiendo extender el rango operativo sin comprometer la experiencia de conducción típica de un eléctrico puro. Este tipo de arquitectura, conocida como EREV (vehículo eléctrico de autonomía extendida), ha sido utilizada en el pasado de forma puntual, pero ahora se perfila como una herramienta clave para acelerar la transición energética.

Hyundai planea incorporar esta tecnología dentro de su hoja de ruta global hacia la electrificación total, con el objetivo de alcanzar más de cinco millones de unidades vendidas para 2030. Esta nueva familia de eléctricos con autonomía extendida se integrará dentro de su catálogo como una alternativa estratégica entre los eléctricos puros y los híbridos convencionales, cubriendo un nicho que hasta ahora ha recibido poca atención por parte de los grandes fabricantes.

Tecnología EREV: una respuesta pragmática a la infraestructura insuficiente

Lo destacable en este caso es que el uso de generadores térmicos permite reducir la dependencia directa de los puntos de recarga, especialmente en países como España, donde la cobertura de infraestructura aún presenta importantes carencias fuera de los grandes núcleos urbanos. Además, al no necesitar baterías de gran tamaño, se reduce el coste de fabricación, lo que facilita el acceso a este tipo de vehículos sin sacrificar funcionalidad.

 

Por otro lado, Hyundai ha adelantado que estos modelos utilizarán baterías y motores eléctricos de alto rendimiento, con el objetivo de mantener las sensaciones de conducción características de un coche eléctrico convencional. La intervención del generador estará limitada a situaciones específicas, de modo que el funcionamiento habitual se base casi exclusivamente en energía eléctrica almacenada.

Cabe destacar que esta solución también responde a las nuevas exigencias regulatorias y a la necesidad de ofrecer productos adaptados a diferentes contextos geográficos. Aunque inicialmente estos modelos podrían estar orientados al mercado norteamericano, donde las distancias medias son mayores, su aplicación en Europa y en particular en España representa una oportunidad para consolidar el coche eléctrico como opción realista y versátil, sin las limitaciones que hasta ahora han condicionado su adopción masiva.

Con esta iniciativa, Hyundai no solo amplía su oferta tecnológica, sino que redefine el concepto de autonomía en el coche eléctrico, avanzando hacia un modelo más resiliente frente a las limitaciones actuales del mercado.