El Reino Unido está teniendo una respuesta ejemplar hacia Ucrania. Según se ha sabido este jueves, el Reino Unido proporcionará unos 45 millones de libras esterlinas (unos 53,25 millones de euros) para ayudar a los vulnerables a Ucrania y a sus fronteras. El gobierno británico ha constatado que este dinero se destinará a agencias de la ONU y organizaciones benéficas que ofrecen ayuda vital y dan apoyo a los supervivientes de violencia sexual, en una nación devastada por la guerra. Eso quiere decir, pues, según la agencia PAN Media, que ya se ha asignado el paquete completo de ayuda humanitaria de 220 millones de libras (260,32 millones de euros) del Reino Unido para Ucrania. De los primeros 45 millones, 15 irán destinados al Fondo Humanitario de la ONU para Ucrania, que distribuye alimentos, agua, refugio y otras necesidades básicas. Además de trabajar para prevenir la violencia sexual. Otros 15 millones irán a parar a Unicef, para proporcionar alimentos a mujeres embarazadas y apoyo a la salud mental para niños. Por otra parte, las organizaciones de ayuda a Moldavia y otros países vecinos, recibirán 10 millones para proteger a los que huyen de la guerra, mientras que 5 millones más se destinarán a la Federación Internacional de la Cruz Roja en Ucrania. Unas cifras que parecen altas, pero es que según la misma ONU, unos 16 millones de personas necesitan asistencia humanitaria dentro de Ucrania. Unos siete millones son desplazados internos, mientras que 5,5 millones de refugiados se han marchado hacia países vecinos.

¿Sin embargo, por qué Johnson se ha volcado con Ucrania?

El primer ministro británico, Boris Johnson, podría parecer que está liderando la respuesta del Reino Unido y de la Unión Europa –aunque ya no forma parte– cabe a Ucrania. Y es que algunos funcionarios británicos se han estado felicitando estos últimos días y semanas por la respuesta de su país ante la guerra, según recoge Politico.eu. Desde el inicio de la guerra, el pasado 24 de febrero, es decir, hace 72 días, el Reino Unido ha intentado desarrollar un papel de liderazgo en los esfuerzos por ayudar en Ucrania, enviando armas, adoptando una línea dura contra las exportaciones rusas y toman medidas para reducir aranceles. Mientras Johnson va aplicando medidas y sanciones por su cuenta, todo parece indicar que en la Unión Europea –con 27 estados miembros– tiene otro ritmo. Ucrania lo ha notado. El presidente del país, Volodímir Zelenski, ha elogiado Johnson para "ayudar más" que otros líderes y ha condenado a otros miembros de la UE que han tardado más a dejar de comprar el petróleo y el gas ruso.

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El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, saludando el primer ministro británico, Boris Johnson, después de la intervención en el parlamento ucraniano / Efe

Pero todavía hay más. El primer ministro británico se convirtió en el primer líder mundial al dirigirse al parlamento en Kyiv a través de un enlace de vídeo. Y hay que recordar que, el pasado 9 de abril, visitó la capital del país por sorpresa. Organizado en secreto, fue un éxito diplomático. Todo hace pensar, que Johnson querría colgarse alguna medalla después del Brexit. Y es que, por ejemplo, la secretaria de comercio internacional, Anne-Marie Trevelyan, Brexiteer, explicaba a Politico.eu que el gobierno británico había reducido los aranceles a Ucrania a través de su acuerdo de libre comercio. Un hecho que habría sido impensable antes del Brexit. La misma publicación también se hace eco de unas declaraciones de Anand Menon, jefe del Reino Unido en un grupo de expertos de Changing Europe. Así, exponía que tenía sentido que el gobierno británico esperara ganar la partida en Europa en un momento de crisis (y después del Brexit). "La política del Brexit significaba que el gobierno quería salir y ser visto". Precisamente eso, es que el que está llevando a cabo Johnson y la política con Ucrania. Unas ayudas y un lavado de imagen que llegan justamente cuando el primer ministro británico ha tenido que hacer frente y 'luchando' con las fiestas durante el confinamiento y una crisis por el aumento del coste de la vida. Muchos ya empiezan a acusar en Johnson de 'refugiarse' en Ucrania para desviar la atención.

La UE deja hacer (¿?)

Un funcionario del gobierno, según recoge la misma publicación, habría dicho que la respuesta "es tan caótica" que la mayor parte de cosas que hace con Ucrania "no es creíble". "Si lo tuviera todo bajo control y después tomara medidas enérgicas contra Rusia, se sentiría más efectivo. Pero dado que el resto de lo que hace es tan caótico, la respuesta sobre Ucrania parece un ademán". La UE parece que deja hacer. Los diplomáticos europeos están más a la defensiva. Uno de ellos argumentaba que los 27 estaban discutiendo reducción de barreras comerciales con Ucrania antes de la guerra, dejando que el Reino Unido se pusiera al día. Los Estados miembros de la UE tienen, de hecho, un volumen comercial mucho más importante con Ucrania que el Reino Unido. "Johnson parece pasar mucho tiempo comparándose con la UE, pero no mucho tiempo verificando sus hechos", decía y se burlaba otro diplomático. Otro bromeó: "El bienestar de la economía ucraniana no depende de los aranceles británicos".

La UE saca los dientes con respecto a la política de refugiados. El Reino Unido no ha abierto la puerta a los que huyen de la guerra, aseguran. "En el área de los refugiados, por ejemplo, no hay nada". Y la Comisión Europea, constata también Politico.eu dijo en respuesta a las preguntas de los legisladores de la UE: "Si bien las reformas llevadas a cabo por países terceros pueden servir de inspiración para nuestras políticas, la UE desarrolla su competitividad siguiendo su propia agenda proactiva".

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El primer ministro británico, Boris Johnson, por Downing Street / Efe

Johnson ya tiene una calle con su nombre

Sea como sea, desde el Brexit, el Reino Unido le ha vuelto la espalda a Europa y se ha buscado la vida para tejer alianzas y actuar como actor global en solitario. Empiezan a ser ya unos expertos que constatan que el Reino Unido se siente cómodo en este nuevo papel anhelado. "Reafirma el papel de 'gran poder' que el Reino Unido ha estado buscando ejercer desde el final de la Segunda Guerra Mundial", explicaba a France 24 Tim J. Oliver, profesor de política británica y políticas públicas en la Universidad de Manchester. "Eso significa un país que se ve a sí mismo como administrador del orden internacional y uno de los grandes jugadores a cargo del sistema".

Y Johnson ya empieza a recoger sus frutos. Los ucranianos elogian al primer ministro británico. Tanto es así, que ya da nombre a una calle. Una ciudad ucraniana ha cambiado el nombre de una calle y la han renombrado como Boris Johnson en reconocimiento de los esfuerzos del Reino Unido durante la guerra. Se trata, según recoge el diario The Daily Telegraph, de una calle en la ciudad de Fontanka, a las afueras de Odesa, donde las tropas ucranianas resisten todavía a las fuerzas rusas. Hasta ahora, la calle se llamaba Vladímir Mayakovsky, un famoso poeta y dramaturgo ruso. Así, el consejo de Fontanka ha anunciado sus planes para cambiar su nombre a Boris Johnson Street o вулиця Бориса Джонсона, según destacan varios informes que recoge, en este caso, Business Insider. El consejo habría dicho que Johnson es uno de los "opositores con más principios a la invasión rusa, un líder en las sanciones en Rusia y en el apoyo a la defensa de Ucrania," constata el The Sun. Una decisión que se habría tomado después de que visitara Kyiv, algo que, por ahora, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, no ha hecho.

De momento, los ucranianos están contentos con el papel del Reino Unido. Una encuesta del mes de marzo lo demuestra al ser considerado, al lado de Polonia, Lituania y los Estados Unidos, como uno de los aliados más importante del país. Habrá que esperar un poco más para saber si, a escala internacional, Johnson consigue lo que busca.

 

Imagen principal: primer ministro británico, Boris Johnson, saludando / Efe