Solo han pasado tres días desde que diecinueve drones rusos invadieron el espacio aéreo de Polonia en el transcurso de un ataque a Ucrania, de los cuales tres fueron abatidos para fuerzas aéreas polacas en colaboración con la OTAN. Lo que se denunció como una "violación sin procedentes", elevó la alerta militar y provocaron una avalancha de reacciones de indignación en los países miembros de la Alianza Atlántico. La OTAN, precisamente, no descarta que al menos cinco de estos drones tenían como objetivo el aeropuerto de Rzeszów, situado en el sudeste de Polonia y que opera como centro logístico para enviar armas a Kyiv. Sin embargo, el Kremlin lo niega y reitera que no planeaba atacar objetivos en territorio de Polonia. Si no fuera suficiente para elevar la tensión, ahora son unas maniobras conjuntas militares de Rusia y Bielorrusia, denominadas Zapad-2025, las que han puesto en máxima alerta a la OTAN y especialmente a Polonia.
Estas maniobras han empezado este 12 de septiembre y se prolongarán hasta el 16 del mismo mes, desarrollándose en territorio bielorruso, muy cerca de la frontera con Polonia. La preocupación radica en el hecho de que incluyan simulacros de lanzamiento de armas nucleares y misiles balísticos hipersónicos, así como la simulación de una posible invasión del denominado corredor estratégico de Suwalki, que conecta a los países bálticos con Polonia y que es un punto vulnerable para la OTAN. Ante la preocupación que han causado estas maniobras en el seno de los países de la OTAN, su secretario general, Mark Rutte, ha anunciado este mismo viernes la creación de un sistema de defensa aéreo, llamado 'Centinela Oriental'.
Una operación de defensa ante "la amenaza de la OTAN"
Estos ejercicios conjuntos tienen como objetivo reforzar la seguridad de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia ante la amenaza de la OTAN. Sobre el papel, rusos y bielorrusos escenificarán durante los próximos días una operación de defensa estratégica con elementos de disuasión nuclear ante una agresión de un enemigo externo que buscaría conseguir el control de zonas fronterizas. Aunque no se menciona la OTAN como enemigo potencial, es evidente que este "enemigo" se refiere a los países de la Alianza Atlántica, que se comprometieron a "desplegar tropas" en Ucrania como "fuerzas de seguridad" y a los cuales Moscú ha acusado de nuevo de militarizar la región. Desde la invasión del espacio aéreo polaco, el primer ministro del país, Donald Tusk, solicitó consultas de la OTAN y cerró la frontera con Bielorrusia.
Las maniobras incluirán simulaciones de uso de armas nucleares tácticas, desplegadas en el territorio bielorruso desde el segundo año de la guerra, además de simular el uso de los misiles balísticos hipersónicos Oréshnik, presentados en sociedad por Rusia en el 2024 al atacar una fábrica militar en Ucrania. Estos misiles están preparados para atacar objetivos situados a miles de kilómetros de distancia y con un margen de error de solo pocas decenas de metros. "Tenemos que tener la pólvora seca", ha dicho el ministro de Defensa bielorruso, Víctor Jrenin. Desde finales de 2024, Moscú y Minsk tienen en vigor un acuerdo de seguridad por el cual Putin asegura que su país está dispuesto a defender Bielorrusia "con todas las fuerzas". Los ejercicios militares Západ-2025 serán los segundos que se hacen en territorio bielorruso, después de los que se hicieron en el 2021 y en el cual participaron unos 200.000 soldados. La movilización de efectivos de los próximos días se prevé menor, aunque solo habrá militares rusos y bielorrusos, si no también otros países como la India e Irán.
En clara alusión al anuncio de despliegue de tropas europeas en Ucrania, el Ministerio de Defensa de Bielorrusia asegura que "estamos dispuestos a reaccionar ante cualquier provocación", aunque el viceministro de Defensa bielorruso, Pável Muraveiko, subraya que ni Bielorrusia ni Rusia amenazan a ningún país con las maniobras Západ-2025 y destaca que "todas las actividades tienen lugar a considerable distancia de nuestras fronteras del sur y occidental". En esta línea, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, ha recordado que "no es Rusia la que avanzó hacia Europa con su infraestructura militar, sino Europa como parte integrante de la OTAN".
La OTAN responde a las maniobras con la creación de un sistema de defensa aéreo
Ante la preocupación que han causado en el seno de los países miembro de la OTAN estas maniobras, sumadas a la presencia de drones rusos en Polonia, el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, ha anunciado este viernes la creación de un sistema de defensa para evitar más violaciones del espacio aéreo de un país miembro por parte de Rusia. Se trata de una nueva iniciativa militar bautizada con el nombre de 'Centinela oriental' y con el cual se busca reforzar la defensa del flanco oriental de la Alianza. "La OTAN está lanzando Centinela oriental para potenciar nuestra posición militar todavía más a lo largo de nuestro flanco oriental", ha declarado Rutte en una rueda de prensa en Bruselas.