Iberia ha cancelado este sábado sus vuelos comerciales con destino a Venezuela, una decisión que afectará ya al servicio previsto para el próximo lunes y que se ha tomado como medida de precaución ante el incremento de las tensiones aéreas en el país por las amenazas enviadas por la Casa Blanca en el marco de su ofensiva contra el narcotráfico. La aerolínea española ha justificado la suspensión alegando motivos de seguridad y ha anunciado que revisará continuamente la evolución de la situación antes de reanudar las operaciones. La decisión de Iberia se alinea con la de otras compañías internacionales, como Avianca, TAP o Gol, que también han optado por cancelar temporalmente sus vuelos hacia el país sudamericano, según ha revelado *El País*. Esta oleada de cancelaciones se produce pocas horas después de que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) emitiera una alerta pidiendo a las aerolíneas comerciales que extremaran la precaución al sobrevolar el espacio aéreo de Venezuela y del sur del Caribe.
En su comunicación oficial, la FAA alertó sobre "una situación potencialmente peligrosa" en la región de información de vuelo de Maiquetia, que comprende el espacio aéreo bajo control de Venezuela y que incluye también una parte significativa del Caribe sur y oriental. Según el texto difundido el viernes, se recomienda a todas las aerolíneas y operadores aéreos que "extremen la precaución" a cualquier altitud al operar dentro de esta zona, debido al deterioro progresivo de la seguridad y del incremento de la actividad militar tanto en Venezuela como en sus zonas adyacentes. La FAA advierte que estas amenazas podrían constituir un riesgo real para la seguridad de las aeronaves comerciales, no solo durante el sobrevuelo, sino también en las maniobras de llegada y salida, así como para los aparatos estacionados en los aeropuertos o en fase de operación en tierra.
Esta advertencia a las aerolíneas con operaciones en Venezuela se produce en un contexto de creciente tensión geopolítica, marcada por el notable despliegue militar de Estados Unidos en la región como medida de presión contra el régimen de Nicolás Maduro. La incertidumbre sobre los próximos pasos de la administración Trump respecto a Caracas aumenta a raíz de la reciente incorporación del portaaviones Gerald R. Ford al operativo militar que Washington ha desplegado en el Caribe. El movimiento forma parte de la llamada Operación Lanza del Sur, una iniciativa oficialmente dirigida a combatir el narcotráfico, pero que, según varios analistas, también sirve como instrumento de disuasión política y militar frente al gobierno de Maduro.
Colombia no baja la guardia
La alerta emitida por la FAA ha tenido un efecto inmediato en países vecinos como Colombia, que ha activado protocolos de prevención y ha empezado a trabajar con las aerolíneas que operan en su territorio para garantizar la seguridad de las operaciones comerciales. En un contexto marcado por las acusaciones de Trump contra el presidente colombiano, Gustavo Petro —a quien ha señalado directamente como presunto “líder del narcotráfico”—, la Aeronáutica Civil de Colombia ha solicitado formalmente a todas las aerolíneas comerciales que operan rutas que sobrevuelan o se acercan al espacio aéreo controlado desde Caracas un informe detallado sobre el impacto del aviso estadounidense. Este documento deberá incluir los posibles desvíos de ruta, la afectación a los itinerarios habituales y las medidas adoptadas para incrementar la seguridad de las operaciones.