Los líderes de los 27 estados miembros de la Unión Europea han llegado este lunes a un acuerdo sobre el embargo del petróleo ruso, aunque el consenso final dista de la propuesta inicial que hizo la Comisión Europea a principios de mayo. Tal como ha anunciado al presidente del Consejo, Charles Michel, el club comunitario ha acordado poner fin a las importaciones de crudo ruso que llega por vía marítima antes del 2023, lo que representa dos terceras partes del petróleo que la UE importa de Rusia. Por ahora, pues, queda exento de las sanciones el petróleo ruso procedente de oleoductos, que representa el 33% restante. La medida quiere dar margen de maniobra a países como Hungría, sin acceso directo en el mar y con oleoductos como única vía de entrada de crudo.

Según han detallado fuentes diplomáticas, los estados han acordado darse un periodo de entre seis y ocho meses para detener las importaciones de petróleo ruso por vía marítima. No obstante, para poner fin a las importaciones por oleoducto no se ha fijado ningún plazo. A pesar de la excepción acordada este lunes, países como Alemania mantienen su compromiso de abandonar completamente la dependencia del petróleo ruso en los próximos meses, independientemente de su vía de entrada. Aunque la contundencia de las sanciones sobre el crudo ruso es menor que la deseada por la CE, Charles Michelle valora positivamente el acuerdo y subraya que la medida "ataca una gran fuente de financiación de la maquinaria bélica" de Rusia.

"La presión para que Rusia ponga fin a la guerra es máxima", ha escrito en un mensaje a través de las redes. Aparte de las sanciones relacionadas con el petróleo ruso, los líderes de la UE también han acordado desconectar el banco más grande de Rusia –la entidad Sberbank- del sistema de pagos internacional Swift, prohibir las transmisiones a Europea de tres emisoras públicas y sancionar a los individuos responsables de crímenes de guerra.

Una muestra de unidad

En la rueda de prensa posterior a la primera jornada de la cumbre, Michel ha querido poner de manifiesto que la aprobación de este nuevo paquete de sanciones –el sexto desde que ha empezado la guerra de Ucrania- demuestra "la unidad y la firmeza" de los estados miembros para "defender los valores" comunitarios. Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha calificado de "muy importante" el golpe que supone este compromiso para la economía rusa y ha puesto de manifiesto el compromiso que tiene la UE con Ucrania. En este sentido, ha recordado que Bruselas pondrá en marcha un paquete de ayudas financieras por 9.000 millones de euros y que, al mismo tiempo, prepara un plan para reconstruir el país después de la guerra.