Miles de personas han salido este domingo en las calles de diferentes ciudades en Bielorrusia para pedir al presidente del país, Aleksandr Lukashenko, que se marche. Después de una semana donde la violencia y brutalidad policial ha estado protagonista, la oposición pidió huelgas y manifestaciones masivas y pacíficas para denunciar el fraude electoral que había dado la victoria a Lukashenko con un 80% de los votos.

Lukashenko organizó, a su vez, una contra manifestación con la intención de hacerse un baño de masas. De esta manera, se pusieron varios autocares para congregar en Minsk gente de todo el país y contrarrestar de esta manera la manifestación organizada por la oposición.

El digital bielorruso TUT.BY describió, sin embargo, la manifestación organizada por la oposición como la "mayor celebrada nunca en la historia de Bielorrusia".

Durante la semana pasada, unas 6.700 personas fueron detenidas, según señala la BBC. Personas que, según han explicado y recogido varias organizaciones, habrían sufrido torturas, golpes y no se los habría dado ni comida ni agua. Miles de personas se han ido concentrando a lo largo de la semana en las puertas de los centros de detención para averiguar si sus amigos o familiares estaban en el interior. Los gritos y los golpes se podían escuchar desde el exterior.

En estos últimos días, trabajadores de empresas estatales empezaron jornadas de huelga y se espera que después de la protesta multitudinaria de este domingo, haya más.

El "baño de masas" de Lukashenko

Autobuses gratuitos y muchas facilidades para conseguir reunir un buen grosor de personas en Minsk. La realidad, sin embargo, bien diferente. El presidente dijo que hasta unas 50 mil personas se congregaron en la plaza. El ministro del Interior bielorruso dijo, incluso, que había habido 65 mil. Algunos periodistas de la zona, sin embargo, han intentado enseñar las diferencias entre una concentración y la otra.

Un Lukashenko incómodo gritó que "nunca" les darían "nuestro país". "¡No estoy aquí porque quiera poder, le he dado las míos mejores años en el país!", insistía durante su discurso. El presidente acusó la oposición de querer debilitar el país y también de ser quien provoca la violencia en las calles. "Si aceptamos nuevas elecciones, perderemos el país".

"¿Queréis libertad? ¡No! ¿Queréis Cambios? ¡No! ¿Queréis reformas? ¡No!", preguntaba y respondían durante el discurso.

Una manifestación histórica

Centenares de miles de personas se concentraron en la capital del país para exigir cambios y hartones de la brutalidad y violencia policial de los últimos días.

Según el portal de información TUT.BY se habrían juntado unas 220 mil personas

¿Por qué hay protestas en Bielorrusia?

Domingo 9 de agosto, jornada electoral en Bielorrusia. Después de semanas de movilizaciones por parte de la oposición, el presidente del país, Aleksandr Lukashenko, –en el poder desde 1994– obtenía su sexto mandato consecutivo, con el 80% de los votos. Cuando se empezaron a saber los resultados y a publicarse los primeros sondeos, los candidatos opositores se reunieron al lado de los colegios electorales, a pesar de las advertencias de las autoridades de no hacerlo. Algunos fueron detenidos y se produjeron los primeros enfrentamientos entre manifestantes y antidisturbios.

La oposición, liderada por Svetlana Tijanóvskaya, se ha negado a aceptar los resultados, mientras que, a su vez, Lukashenko los ha calificado de "ovejas" controladas desde el extranjero. Y ha asegurado después de los disturbios que no permitirá que destrocen el país.

Tijanóvskaya, que el lunes estuvo desaparecida durante horas, "está bien" y habría huido a Lituania, según habría informado el ministro de Exteriores del país, Linas Linkevicius.