El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este viernes una nueva fase de la ofensiva antidroga en Venezuela con “ataques por tierra” contra objetivos vinculados al narcotráfico, en un movimiento que incrementa la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro y que llega en paralelo a nuevas sanciones económicas y al endurecimiento de las operaciones marítimas en el Caribe. En una intervención en la Casa Blanca, Trump ha defendido que el paso a operaciones terrestres se enmarca en la continuidad de una campaña naval que, según sus cifras, ha sido especialmente efectiva. “Ahora estamos empezando por tierra, lo que es mucho más fácil. Esto empezará a suceder”, ha asegurado. También ha afirmado que, con las interdicciones en el mar, “Cada uno de aquellos barcos que ves será derribado”.

El mandatario ha querido subrayar que los eventuales ataques no se dirigirían a un país en concreto, sino a personas y redes que considera responsables del tráfico de drogas hacia Norteamérica. “No se trata solo de bombardeos de tierra en Venezuela. Se trata de bombardeos de tierra contra personas horribles que lleva drogas y mata a nuestro pueblo”, ha dicho. Trump ha situado el anuncio en el marco de una batalla que, según él, tiene un coste humano enorme en Estados Unidos. “El número real es de 300.000 personas muertas en un año a causa de las drogas”, ha afirmado. Según sus cálculos, su campaña naval antidrogas habría “salvado” unas 25.000 vidas.

Sobre el terreno, el despliegue de EE. UU. en la región incluye aproximadamente 15.000 efectivos, el portaaviones USS Gerald R. Ford, buques de guerra, guardacostas, aviones de combate F-18 y bombarderos estratégicos. Desde septiembre, los ataques a embarcaciones sospechosas han causado al menos 87 muertos en operaciones en el Caribe y el Pacífico, un balance que ha alimentado las críticas y la presión política interna.

Venezuela alerta sobre la guerra con EE.UU., pero plantea como un “imposible histórico” rendirse

El gobierno de Venezuela, por su parte, ha alertado este viernes sobre una guerra que quieren instaurar los Estados Unidos en Latinoamérica y el Caribe, aunque subrayan como un “imposible histórico” rendirse en este contexto, en momentos de tensión por el despliegue aeronaval estadounidense en aguas caribeñas, que Nicolás Maduro interpreta como un intento por sacarlo del poder.

En un acto por el 47º aniversario del Comando de Defensa Aeroespacial Integral, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, ha asegurado que los Estados Unidos también pretenden “nuevamente volver en sacos, en bolsas negras y en urnas a ciudadanos contribuyentes, jóvenes de la sociedad norteamericana”.